Jornada histórica se vivió en Caracas, cuna del Libertador Simón Bolívar y Reina del Waraira Repano, este 1° de noviembre, con la visita del mandatario colombiano, Gustavo Petro, al Palacio de Miraflores, dónde fue recibido por el Jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro Moros.
Se trata de la primera reunión de los presidentes de Venezuela y Colombia, en seis años. Un encuentro que no había sido posible, producto de la criminal agenda de agresión contra el pueblo y el gobierno venezolano, instaurada por Iván Duque. Esta agenda convirtió a Colombia en una guarida de delincuentes y prófugos de la justicia venezolana, acostumbrados a violar leyes, organizar magnicidios, aupar terroristas, aplaudir intentos de invasiones disfrazadas de «conciertos humanitarios», y un sinfín de criminales acciones, que obligaron al gobierno venezolano a romper relaciones con ese país.
A pesar de todo lo anterior, el mandatario venezolano hizo constantes llamados a la normalización de las relaciones diplomáticas y económicas entre ambos países; sin embargo, siempre recibió una respuesta negativa y altanera por parte del anterior gobernante de Colombia, quien desconoció la legítima autoridad del presidente venezolano.
Es por ello que este nuevo encuentro presidencial abre una puerta hacia el futuro compartido; un futuro que se vislumbra esperanzador, a juzgar por los discursos pronunciados por los mandatarios, tras la reunión privada en Miraflores.
En esta histórica reunión, los presidentes firmaron una declaración conjunta, con inspiración en el legado histórico de unión entre ambas naciones. El documento fue firmado dentro del salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, con el cuadro del General Simón Bolívar de fondo, como primer testigo de este solemene encuentro entre sus hijas, concebido como una alianza para la unión y la paz de dos pueblos hermanos.
Por un lado, el presidente Nicolás Maduro se mostró comprometido a trabajar por el bien común de ambos pueblos y pidió a Petro acompañarlo en la misión de retomar el rumbo por el bienestar compartido en áreas fundamentales como la diplomacia y el restablecimiento de las relaciones consulares, atendiendo las demandas tanto de venezolanos que viven en Colombia, como de colombianos que hacen vida en Venezuela.
Asimismo, el dignatario neogranadino hace votos por la inclusión de Venezuela en las diversas instancias multilaterales del continente, reconociendo el papel de vanguardia de la nación venezolana en el equilibrio de la región. Además, Petro de hermandad entre venezolanos y colombianos, compatriotas de la patria grande que comparten el mismo padre, la misma sangre, la misma historia rebelde.
Bajo ese escenario, los días transcurrirán, con el interés y la esperanza de los pueblos para que, tras largo tiempo, Venezuela y Colombia construyan el camino definitivo del entendimiento, con acciones concretas que consoliden la hermandad y la paz que forjó el Libertador, Simón Bolívar, con su visión de unidad nuestroamericana y que enarboló el Comandante de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
T/Leonardo Gómez