«Los compromisos de los Estados de la región, de no intervenir directa O indirectamente en los asuntos internos de cualquier otro Estado, y observar los principios de soberanía nacional, la igualdad de derechos y la libre determinación de los pueblos (…) constituyen condiciones insoslayables para la paz, la concordia, el desarrollo y la integración de nuestros países», aseveró el mandatario regional.
Castro instó a no permanecer indiferentes ante «la turbulencia que tiene lugar en América Latina y El Caribe como consecuencia de la contraofensiva imperialista y oligárquica contra los gobiernos populares y progresistas (…) lo que constituye una amenaza a la paz, la estabilidad, la unidad y la imprescindible integración regional».
Es por ello que el jefe de Estado caribeño llamó a los países asistentes a fortalecer la concentración, en aplicación de los postulados de la proclama de América Latina y El Caribe como zona de paz, firmada en la segunda Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, celebrada en La Habana, en enero de 2014.
Finalmente, aseveró: «Ratifico nuestra más firme e incondicional solidaridad con el hermano pueblo venezolano, con el gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro y con la Revolución Bolivariana, que enfrentan con firmeza, la embestida desestabilizadora y la guerra económica y mediática de quienes pretenden barrer las conquistas sociales y económicas».
Escuche al presidente de Cuba, Raúl Castro, en su discurso inaugural durante la VII Cumbre de la AEC
