Las sanciones contra Rusia pueden provocar una hambruna en el mundo y una migración masiva sin precedentes, aseguró el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, en una rueda de prensa conjunta este sábado con el presidente serbio, Aleksander Vucic.
«Tenemos 10 millones de personas, y si nos manejamos bien, podemos ganar 20 millones. Por eso no nos conviene la introducción de sanciones contra Rusia, que son igual que una bomba atómica, y llevaría a que no podamos alimentar a nuestro pueblo», indicó Orbán, quien alertó que el próximo invierno será «más duro de lo que muchos piensan».
Según el primer ministro húngaro, la hambruna podría desencadenar una ola migratoria que arrasaría los países a su paso: «Si no conseguimos dar pan a todo el mundo, en Europa nos arrasará una ola de migrantes que quieren sobrevivir. Esta migración no tendrá en cuenta ni a Serbia ni a Hungría, sino que nos desbordará. Si queremos evitarlo, tenemos que proveer de comida a esa gente», agregó.
Asimismo, el secretario general de la ONU, António Guterres, advirtió esta semana que la escasez mundial de alimentos podría golpear el planeta en los próximos meses y señaló que una hambruna global no podría paliarse sin el acceso a alimentos y fertilizantes rusos y bielorrusos, así como al grano ucraniano.
"Nos arrasará una ola de migrantes que quiere sobrevivir": Primer ministro húngaro alerta de escasez de alimentos provocada por sanciones antirrusas https://t.co/2uG8DvwKbb
— RT en Español (@ActualidadRT) May 21, 2022
T/RT