El primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), Diosdado Cabello, calificó como terrible la enfermedad del Covid-19, por lo que instó al pueblo a cuidarse para evitar el contagio.
“Es terrible porque estar ahí no es sencillo yo creo que lo que más le pega a los pacientes de Covid es el aislamiento no conocer de esa enfermedad porque se conoce muy poco y las medicinas se ha ido aprendiendo sobre la marcha y la gente que está ahí solo no sabe cuál realmente será el resultado de las medicinas, porque no hay un tratamiento, porque cada paciente es distinto”, indicó.
Durante su entrevista en el programa “Aquí con Ernesto” dirigido por el ministro para la Cultura y periodista Ernesto Villegas, destacó que en la actualidad se encuentra en el proceso de recuperación.
“La última prueba me la hice hace tres semanas y salí negativo nuevamente, pero uno no está curado de los efectos de la enfermedad porque vienen el proceso de rehabilitación física para ir recuperando fuerzas y todo el dinamismo que uno quisiera tener”, apuntó al tiempo que afirmó que su equipo ha extremado las medidas dado que aún no se sabe qué “efectos puede tener sobre una persona que fue positivo una enfermedad como una gripe por ejemplo”.
Partida física de Darío fue un golpe muy duro
Cabello, se refirió al momento en que conoce sobre la partida física del revolucionario Darío Vivas.
“Un golpe de esos certeros de los uno dice, ¡Dios!”, reveló al tiempo que afirmó que había solicitado a los médicos tratantes de Darío para que pusieran mucha atención al caso de este revolucionario.
“Yo había hablado con los médicos y le dije pónganle mucha atención a Darío porque él venía de una situación médica complicada hace como unos cinco años y yo decía Dios que no vaya a complicarse Darío con esta enfermedad y desafortunadamente no pudo y así como Darío otros compañeros”, recordó.
El dirigente psuvista señaló que todo el tratamiento para superar esta enfermedad lo recibió en un hospital público, donde también fue atendida su familia que había contraído el virus, así como otros dirigentes y funcionarios del Estado venezolano.
“Ahí llegó Tareck (El Aissami), mi familia, mi esposa y mis hijos llegaron ahí también (…). Estuvo el padre Numa (Molina) y otros compañeros que llegaron ahí a ese centro, algunos que ni me enteré (…). Luego llevaron al doctor (Miguel) Rangel (director del hospital periférico de Coche), al Potro (Antonio Álvarez), porque tú sabes que le gente empieza a especular ‘Diosdado debe estar en una clínica’, no, a mí me atendieron exactamente igual que a cualquier persona me pusieron las medicinas que le ponen a cualquier persona”, recalcó.
T/Con el Mazo Dando