Ronald Hernández Torres es uno de los miles de profesionales de la salud que Cuba envía a diferentes países del mundo. Graduado en 1992 como especialista en Medicina General Integral, la historia de su vida es la historia de la versatilidad de las misiones médicas cubanas. Él mismo ha estado colaborando en los últimos quince años en naciones tan diferentes como la centroamericana Honduras, Brasil o Liberia, en África Occidental. Sus experiencias van desde el trabajo con las comunidades de la Mosquitía, en la selva maya, hasta el tratamiento de enfermos de Ébola, cuando la epidemia de ese virus fue noticia en todo el mundo en el año 2014.
“A veces no acostumbramos a no creer en las cosas, sin embargo cuando uno sale y palpa la realidad de los pueblos, uno se convence mucho más de la grandeza de la revolución cubana. Vi cosas de veras muy dolorosas”, cuenta Ronald al recordar las vivencias de su primera misión. “Vi morir niños, deshidratados por una enfermedad diarreica, vi personas morir baleadas, Honduras es un país con una violencia muy grande.”
En la actualidad, Ronald labora en Venezuela por segunda vez, desde enero de 2019. “Comencé como médico de comunidad en el estado Anzoátegui, trabajando al mismo tiempo en dos consultorios.” Asegura que considera esta segunda misión en el país “un reencuentro maravilloso con la población venezolana”, aunque también “han sido meses de mucho trabajo, porque eran dos consultorios, pero la forma en que el pueblo venezolano acepta, quiere y aprecia al médico cubano es algo asombroso. Esos meses allí fueron de veras los mejores que he pasado en los últimos tiempos.”
T/Prensa Embajada de Cuba en Venezuela
