CNI de EEUU rechaza escalada terrorista en Venezuela con el soporte de Washington

El Consejo Nacional de Iglesias de EEUU (NCCCUSA, por sus siglas en inglés), rechazó este miércoles el más reciente intento de incursión militar desde las costas venezolanas por parte de mercenarios contratados desde la administración Trump y entrenados en Colombia para asesinar al presidente Nicolás Maduro, entre otros altos funcionarios.

La información la dio a conocer el ministro para Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza, a través de su cuenta en Twitter donde resaltó que el CNI: «Piden que se acate el Cese al Fuego promovido por la ONU e instan a eliminar todas las sanciones económicas en Venezuela».

El CNI, indica que apegados a su historia en defensa de la paz y la reconciliación entre los pueblos del mundo, «Estamos indignados por los informes recientes de grupos mercenarios que ingresan al territorio venezolano para cometer actos violentos contra la gente de ese país».

Desde el Consejo Nacional de las Iglesias de Estados Unidos, destacan que sean ciudadanos estadounidenses quienes estén involucrados es actos terroristas, pero desde la Casa Blanca aseguran luchar contra ello.

«Nos horroriza que estas personas posean la ciudadanía estadounidense (EE.UU.) Y que supuestamente hayan sido motivadas por ideales religiosos», refiere un comunicado publicado en la web del CNI.

A continuación, el texto íntegro:

 Al corriente 13 de mayo de 2020

El Consejo Nacional de las Iglesias de los Estados Unidos de América (NCCCUSA) ha sido coherente en su historia con respecto a la afirmación de la paz con justicia y la reconciliación entre los pueblos y países, incluida Venezuela. Estamos indignados por los informes recientes de grupos mercenarios que ingresan al territorio venezolano para cometer actos violentos contra la gente de ese país. Nos horroriza que estas personas posean la ciudadanía estadounidense (EE. UU.) Y que supuestamente hayan sido motivadas por ideales religiosos. Estas acciones violentas contradicen la enseñanza de Jesús de amar y respetar a nuestro prójimo. Las medidas de política exterior que Estados Unidos ha implementado contra el pueblo venezolano siguen siendo una gran preocupación. En un momento en que países de todo el mundo están asignando recursos para combatir la pandemia de COVID-19, Estados Unidos ha ampliado las sanciones económicas contra Venezuela y desplegó barcos de la Armada con el pretexto de combatir el narcotráfico. Estas acciones han puesto en peligro a los servicios estadounidenses y han impactado la capacidad de Venezuela para enfrentar la crisis COVID-19 en esta hora de necesidad.

Dada nuestra solidaridad con el pueblo de Venezuela y nuestro compromiso con la paz con justicia:

  1. Condenamos cualquier intervención militar en Venezuela, promovida directa o indirectamente por los Estados Unidos o por terceros países. Tales acciones desafían el derecho del pueblo venezolano a la autodeterminación y empeoran su infraestructura y sus medios de vida. Hacemos un llamado al gobierno de los EE. UU. Para que atienda el llamado a un alto el fuego global del Secretario General de las Naciones Unidas (ONU), Dr. Antonio Guterres, quien dijo: “ Es hora de poner el conflicto armado en un punto muerto y centrarse juntos en lo verdadero lucha de nuestras vidas. «
  2. Instamos al gobierno de los Estados Unidos a eliminar todas las sanciones económicas impuestas contra Venezuela. Estas estrategias no servirán para otro propósito que no sea dañar a quienes ya están sufriendo y quienes son los más vulnerables a COVID-19. Las sanciones económicas también afectarán negativamente los entornos políticos y sociales necesarios para una solución pacífica a la crisis en Venezuela.
  3. Instamos al movimiento ecuménico internacional, a todas las iglesias y religiones en los Estados Unidos y en todo el mundo, gobiernos, la ONU y todas las personas de buena voluntad, a unirse para rechazar cualquier intervención militar contra Venezuela, eliminar las sanciones económicas contra este país y afirmar su derecho a la autodeterminación y soberanía.

Hacemos un llamado a las iglesias en los Estados Unidos y en todo el mundo, así como a todas las personas de buena voluntad, para aumentar las oraciones y los actos de paz, justicia y reconciliación para el pueblo de Venezuela. Son nuestros vecinos y nos solidarizamos con ellos. Que Dios nos guíe en ese esfuerzo.