El presidente de Ecuador, Lenin Moreno, anunció este lunes el traslado de la sede de Gobierno — ubicada en Quito — a Guayaquil; en medio de una semana de protestas, que ha dejado saldo de un muerto y más de 400 detenidos, así como el decreto de Estado de Excepción desde el pasado jueves.
«Me he trasladado a la ciudad de Guayaquil y he trasladado la sede de Gobierno a esta querida ciudad, de acuerdo a las atribuciones constitucionales que me competen», expresó Moreno en cadena de radio y televisión.
Durante su alocusión, el mandatario ecuatoriano advirtió que las protestas y manifestaciones – registradas en rechazo a las políticas económicas impuestas en el país el martes pasado y que cuentan con el respaldo del Fondo Monetario Internacional – tienen «una intención política organizada para desestabilizar el Gobierno y romper el orden constituido, romper el orden democrático».
En este sentido, señaló como responsable de las protestas al expresidente ecuatoriano Rafael Correa – quien se encuentra en Bélgica desde que abandonó el poder – , al presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro; y al excanciller ecuatoriano, Rafael Patiño, quien está asilado en México.
Por otra parte, reiteró su postura firme de mantener el paquetazo anunciado el martes, en la que establece la eliminación del subsidio para el consumo de combustible y liberación de los precios del diésel y las gasolinas, entre otras.
«No voy a dar marcha atrás, porque lo correcto no tiene matices. Ecuatorianos, la eliminación del subsidio a los combustibles es un decisión histórica que quita de las manos a los contrabandistas cientos de millones de dólares», enfatizó el mandatario ecuatoriano al tiempo que aseguró que evitará «cualquier derramamiento de sangre».
El anuncio se da en medio de una ola de protestas realizadas por los movimientos indígenas, quienes marchaban hasta el Palacio de Carondelet en rechazo a las medidas, entre las que se incluye – además – la reducción de un 20% el salario en caso de contratos ocasionales renovados y disminuir de 30 a 15 días el período vacacional de los empleados públicos.
Más temprano, las Fuerzas Armadas de Ecuador desalojaron a los medios de comunicación del Palacio de Gobierno, donde se realizaría la rueda de prensa del presidente Moreno.