Enrique Alejandro Andrade: “El deporte, además de darme disciplina, me ha aportado mucha madurez”

 

La natación en la vida de Enrique Alejandro Andrade no es casualidad. Su padre, Otoniel Andrade, entrenador de la selección nacional de aguas abiertas, lo inscribió en sus clases de nado desde muy temprana edad pero fue desde los 6 años que realmente se dedicó a la disciplina.

Para convertirse en una promesa olímpica, Enrique trabajó muy duro durante muchos años y es fruto de la constancia de sus padres por verlo crecer como un atleta de élite y en un hombre con futuro brillante. “Lo que soy el día de hoy, se lo debo a mi papá y a mi mamá, que siempre me apoyaron en el deporte; para ir a entrenar, pararme temprano en las mañanas, hacer los trabajos para el colegios y todo eso se lo debo a ellos. Siempre me enseñaron que aunque fuera deportista siempre tenía que llevarla a la par con los estudios, aunque siempre era mejor deportivamente”.

Los Juegos Olímpicos de la Juventud representan para él y su familia un sueño hecho realidad aunque el camino es duro por no ser el único que se ha preparado para el mejor evento juvenil. “Representar a Venezuela siempre es un orgullo y siempre me ha gustado, ya que esta competencia es la más grande para los juveniles. La verdad estoy alegre, muy contento y los competidores están muy fuertes, allí estarán los mejores del mundo, tanto en la parte juvenil como en la parte absoluta”.

El deporte no es su único objetivo, Andrade también quiere convertirse en un profesional académico y ayudar a otros creándoles oportunidades. “Voy a empezar a estudiar Administración de Empresas y la verdad me gustaría en un futuro crear una fundación para ayudar a atletas u otro tipo de cosas que aporten al deporte porque yo sé por lo que pasa un atleta para llegar a ser lo que es y a veces el gasto es fuerte. Ayudaría a tantos atletas como sean posible”.

“El deporte, además de darme disciplina, me ha aportado mucha madurez. Créeme que no es fácil con 13 ó 14 años pararse a las 5 de la mañana, salir a las 6:30 de entrenar para luego salir a clases, ir a la casa a comer, regresar a estudiar y luego en la tarde a nadar otra vez y se debe afrontar todo eso con mucha madurez, organizarte bien y ser responsable, porque hay un compromiso con el agua además del colegio”.

Enrique Andrade, es uno de esos atletas ejemplo de constancia y lucha que buscará un puesto entre los mejores en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018.

T/RNV/IND