El Centro de Derechos Humanos y Leyes Constitucionales de Los Ángeles pone de relieve, en una demanda, que los niños inmigrantes, tras haber sido detenidos y en algunos casos separados de sus padres, son obligados a tomar una variedad de medicamentos psicotrópicos.
Advierte, a continuación, de las consecuencias que tendría usar “rutinariamente” y al mismo tiempo medicamentos de ese tipo.
“Es casi seguro que los niños detenidos en refugios como el Shiloh Treatment Center en Texas (sur) reciben medicamentos administrados sin importar su condición y sin el consentimiento de sus padres”, reza el documento del Centro, publicado este jueves por la agencia de noticias británica Reuters.
La demanda, que fue presentada el 16 de abril, alerta que en los refugios financiados por el Gobierno de EE.UU. recurren a medicamentos como “camisas de fuerzas químicas”, en vez de atender y mantener la salud mental de los acogidos.
Ni las autoridades del centro Shiloh ni las de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR), el órgano que supervisa la actividad de los refugios gubernamentales, han comentado esta noticia.
“Si estás en Shiloh, entonces, es casi seguro que estés tomando estos medicamentos. Por lo tanto, si un niño es enviado a Shiloh después de haber sido separado de uno de sus padres, es casi seguro que esté tomando psicotrópicos”, ha aseverado, por su parte, el abogado del Centro, Carlos Holguín.
La nueva política de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, de tolerancia cero, impone cargos de índole federal a todos los adultos que sean detenidos cruzando la frontera de forma ilegal, en lugar de dirigir los casos de aquellos con niños principalmente a cortes de inmigración, como hacían los gobiernos previos.
Unos 2000 niños han sido separados de sus familiares adultos al tratar de entrar en EE.UU. entre el 19 de abril y el 31 de mayo, según estadísticas del Departamento de Seguridad Interior del país norteamericano.
Ante la ola de las críticas, el magnate neoyorquino firmó el miércoles una orden ejecutiva para acabar con la separación de las familias migrantes sin papeles, no obstante, insistió en que la política de “tolerancia cero” continuará.
T/Hispantv