El Gobierno de Nicaragua reafirmó que se mantendrá en la mesa de diálogo por la paz, a pesar de que la oposición decidió levantarse y la Conferencia Episcopal la suspendió. Mantiene su agenda de cese de violencia, seguridad y reconciliación.
“Mañana martes, en la sesión plenaria del diálogo nacional, reiteraremos este planteamiento que recoge el sentir del pueblo nicaragüense, que urge seguridad y paz”, subrayó el Ejecutivo mediante una nota de prensa.
“Con toda seriedad y responsabilidad plateamos nuestra gravísima preocupación por la trágica escalada de violencia que sufre el pueblo y que las familias denuncian y condenan, consternados e indignados por el drama que viven, con todos los crímenes de odio que se cometen a diario”, expresó.
Diversos hechos violentos se han registrado en el país centroamericano, donde también se cuentan varios fallecidos.
El Gabinete que preside Daniel Ortega propuso a la oposición «trabajar para alcanzar acuerdos verificables de seguridad, paz y reconciliación en los municipios y departamentos de Nicaragua».
La autodenominada Alianza Cívica para la Justicia y la Democracia se levantó de la mesa y condicionó su participación a la presentación de cartas de invitación del Gobierno a organismos internacionales, para que acompañen el proceso.
Inmediatamente la Conferencia Episcopal de Nicaragua, que ejerce de mediadora, suspendió las tres mesas de diálogo que estaban pautadas para este martes, y puso las mismas condiciones.
T/Telesur