En el poblado Los Pijiguaos, en el estado Bolívar, existen minas sobre las que reposa coltán, un mineral relativamente escaso en el mundo que se utiliza para la industria de la microelectrónica, telecomunicaciones e industria espacial.
En general, el coltán, también denonimado como ‘oro azul’, es una abreviatura de dos minerales que están unidos entre sí, la columbita (col) y el tantalio (ta). Pero no es precisamente la columbita el principal interés de las corporaciones, aunque sirve para crear aleaciones especiales de dura resistencia.
El interés principal de la explotación de coltán es el tantalio, un elemento químico indispensable para la fabricación de condensadores electrolíticos de tántalo que sirven para poner a funcionar computadoras portátiles, teléfonos celulares, dispositivos de video, aparatos de sonido, cónsolas de juegos, GPS, televisores, controles, entre otros aparatos.
Si bien los dispositivos electrónicos pueden funcionar con condensadores comunes, los condensadores de tántalo resultan más eficaces por tener valores de capacidad eléctrica, por soportar altos niveles de temperatura y ser más pequeños.
Investigaciones mundiales señalan que las mayores reservas de coltán se encuentra en la República Democrática del Congo, con 80% del total. Otras naciones como Austrialia, Brasil, Canadá, China, Etiopía y Burundi también poseen el ‘oro azul’.
En el caso del Congo, la disputa por el control de minas de coltán ha cobrado millones de vidas. Por ello, en 2001 el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó una resolución en la que insta a los Estados miembros a exigir que se certifique el origen del coltán que adquieran.
Sin embargo, pese a la exhortación del organismo, informes señalan que el coltán es explotado en el Congo y contrabandeado a Ruanda, desde donde se despacha a Estados Unidos y otras naciones de Europa.
Caso Venezuela
Aunque las primeras apariciones de coltán en Venezuela se produjeron entre 1960 y 1970, fue en 2010 cuando se comenzaron a anunciar las estimaciones -no probadas- del mineral en el estado Bolívar.
En la presentación de su Memoria y Cuenta ante el Parlamento, el 15 de enero de 2010, el presidente Hugo Chávez se refirió al descubriento un año antes de «lo que pudiera ser una gigantesca reserva de un mineral estratégico».
«El coltán tiene precio superior al oro y diamante. Las reservas en Venezuela pudieran, en una evaluación muy preliminar, aproximarse a los 100.000 millones de dólares. Es una estimación muy preliminar», indicó Chávez en aquella oportunidad.
Aunque no existen reservas probadas en el país, en la actualidad Venezuela adelanta la producción de coltán en Los Pijiguaos, en la zona del Arco Minero del Orinoco que fue activada a principios de 2016.
Precisamente, esta semana la empresa mixta Parguaza, constituida entre el Estado (55%) y la Corporación Faoz (45%), de capital venezolano, lograron producir la primera tonelada de coltán, la cual será exportada en los próximos días.
La producción de los 1.000 kilos del mineral es la primera que realiza el Estado, pues anteriormente era extraído ilegalmente y contrabandeado a países vecinos.
Además de la Parguaza, la empresa mixta Oro Azul también se dedica a la exploración y extracción de coltán.
T/AVN