Jóvenes manipulados por la oposición venezolana para la ejecución de acciones violentas consumen Captagon, una droga similar a la ingerida por combatientes del grupo terrorista Estado Islámico, denunció ayer el general de Brigada José Castillo, el presidente de la Oficina Nacional Antidrogas (ONA).
Durante una capacitación de la ONA a funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana en el área de Buenas Prácticas para el Proceso de Fiscalización de Sustancias Químicas Controladas, Castillo informó que pruebas clínicas confirmaron la presencia de la anfetamina en detenidos durante los disturbios callejeros que financian y organizan líderes de la derecha.
Además remarcó que esta sustancia nociva la distribuyen personas inescrupulosas entre los grupos violentos que intentan ocasionar el caos en varias ciudades de Venezuela.
Castillo refirió que drogas semejantes al Captagon se suministraron a soldados nazis que participaron en la Segunda Guerra Mundial para elevar drásticamente su desempeño en el campo de batalla, y que actualmente los yihadistas del Estado Islámico recurren muy a menudo a dicha anfetamina, que aumenta su fuerza y destreza en la batalla, les otorga la impavidez y la brutalidad bestial con la que realizan sus atrocidades: violaciones, decapitaciones y crucifixiones.
El alto oficial militar advirtió asimismo que quienes reciben los narcóticos utilizan artefactos incendiarios, explosivos y armas de fuego, por lo que constituyen una amenaza para ellos mismos y los organismos de seguridad ciudadana.
Por ende instó a la población a que se sensibilice, rechace y evite que se propague este fenómeno en territorio nacional, pues atenta contra los niños y jóvenes venezolanos.
De acuerdo con una nota del ministerio para Relaciones Interiores, Justica y Paz, en la década de 1960 del pasado siglo comenzó la comercialización de este tipo de sustancias bajo las marcas: Captagon, Biocapton y Fitton, para combatir cuadros depresivos, deficiencia de atención y narcolepsias, pero debido a sus efectos negativos en el ser humano se prohibe su uso.
El consumo suele ser a través de pastillas y en menor grado de forma intravenosa. En los casos que el Captagón se usa de forma intravenosa, su efecto suele multiplicarse y su acción es inmediata.
Especialistas confirmaron que su consumo puede producir hipertensión, taquicardia, dilatación de las pupilas, hipertermia, rigidez muscular e insuficiencia renal.
T/Ciudad CCS