WikiLeaks ha comenzado a filtrar una voluminosa colección de archivos confidenciales sobre la CIA, que califica ya como «mayor publicación de Inteligencia de la historia».
Se trata de información sobre el arsenal de ‘ciberarmas’ que usa la CIA para llevar a efecto su ‘hackeo’ global, y del que agencia perdió el control, según WikiLeaks.
El portal afirma tener en su poder este arsenal, pero rechaza publicar información sobre estas ciberarmas hasta que sepa como neutralizarlas.
El portal cuenta con información sobre «decenas de miles» de objetivos de ataques de la CIA en América Latina, EE.UU. y Europa.
Según WikiLeaks, desde el 2001 la CIA ha creado dentro de sí misma una entera ‘NSA’ en la que trabajan 5.000 piratas informáticos.
El Consulado de EE.UU. en Francfort del Meno (Alemania) cumple la función de centro de ‘hackers’ de la CIA, desde donde se llevan a cabo operaciones en Europa, Oriente Medio y África.
La mayor publicación de Inteligencia de la historia.
El portal de filtraciones WikiLeaks ha anunciado este martes la publicación de primera parte de sus archivos sobre la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA), en el marco de lo que llama «la mayor publicación en la historia de los documentos confidenciales sobre la agencia». El conjunto de la filtración ha sido bautizado como Vault 7 por el portal.
En concreto, la primera parte de los documentos lleva el nombre Year Zero (Año Cero en español). Year Zero consta de 8.761 documentos procedentes del Centro para la Inteligencia Cibernética de la CIA, un volumen mayor que el de todas las publicaciones sobre el espionaje masivo de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA) filtradas por Edward Snowden en los primeros tres años.
El arsenal de ‘ciberarmas’ de la CIA cayó en manos de sus ‘hackers’
Según el anuncio publicado por WikiLeaks, el archivo aparentemente pasó por las manos de varios piratas electrónicos que trabajan para el Gobierno estadounidense, después de que la CIA perdiera «recientamente» el control sobre «la mayoría de su arsenal de ‘hackeo'».
Varios contratistas estadounidenses también tuvieron acceso «no autorizado» a estos documentos, uno de los cuales los filtró a WikiLeaks.
WikiLeaks afirma tener en su poder las ‘ciberarmas’ de la CIA, aunque, de momento, se abstiene de hacerlas públicas hasta que no se logre un «consenso» acerca de cómo analizarlas, neutralizarlas y revelar la información sobre ellas.
La dimensión del ‘hackeo’ global de la CIA
WikiLeaks filtra la dimensión del programa global de piratería electrónica encubierta de la CIA, las ‘armas’ de sus arsenal de ‘hackeo’ y sus objetivos por todo el mundo.
Entre los objetivos de sus ataques figuran los iPhones de Apple, los dispositivos a base de Android de Google, los dispositivos con sistema operativo Windows de Microsoft y las televisores Samsung. Todos estos dispositivos fueron «convertidos en micrófonos» de la CIA.
Además,la CIA puede sortear el cifrado de WhatsApp, Signal, Telegram, Wiebo, Confide y Cloackman y recibir cualquier información de móviles ‘hackeados’ a distancia.
Los documentos en disposición de WikiLeaks incluyen datos sobre «decenas de miles de objetivos y máquinas de ataque de la CIA en América Latina, EE.UU. y Europa». El portal ha decidido no revelarlos por el momento para poder estudiarlos más profundamente.
Una ‘NSA’ dentro de la CIA
Según el comunicado de prensa de WikiLeaks, desde 2001 la CIA se impuso política y presupuestariamente sobre la NSA, después de lo cual pudo crear dentro de sí misma una agencia análoga a la NSA para espiar por todo el mundo, con la diferencia que rinde cuentas a escala mucho menor.
Se trata de una ‘flota’ de 5.000 hackers que trabajan en el Centro para la Inteligencia Cibernética de la CIA y que elaboraron «miles de sistemas de ‘hackeo’, troyanos, viruses u otros códigos malignos ‘armados'».
El Consulado de EE.UU. en Francfort es un ‘nido de hackers’ de la CIA
Según WikiLeaks, el Consulado de EE.UU. en Francfort del Meno (Alemania) cumple la función de centro de ‘hackers’ de la CIA, desde donde se llevan a cabo operaciones en Europa, Oriente Medio y África. De los documentos se desprende, que los ‘hackers’ de la CIA recibían pasaportes diplomáticos y gozaban de la protección del Departamento de Estado.
T/RT