¿Por qué la sardina es el pescado más sano?

sardinaEl pescado constituye una fuente fundamental de nutrientes por lo que se considera un alimento indispensable en la alimentación, hasta el punto de que se aconseja comerlo de tres a cinco veces por semana.

Se trata de un alimento muy nutritivo porque aporta dos constituyentes fundamentales para la nutrición. Las proteínas necesarias para recibir salud, nutrirnos y formar nuestro cuerpo y un cúmulo de vitaminas y minerales esenciales como la vitamina D, el calcio, el fósforo, y el Omega 3, que necesitamos para nuestros huesos, para defendernos.

La clasificación nutricional de los pescados, más allá de si es azul o es blanco, se establece por la composición de la grasa. Ésta no es mala porque aporta energía y porque se trata de grasa poliinsaturada en Omega 3. De hecho, el pescado tiene menos grasa que la carne. En el caso del pescado azul hay más cantidad de grasas saludables, ricas en estos ácidos grasos Omega 3.

Los pescados azules, como el boquerón, la sardina, el atún o el salmón, por ejemplo, tienen un mayor contenido en energía y una mayor proporción en grasa, en concreto más del 30% de grasa saludable. En el caso del pescado blanco, se mantiene la base de proteínas, es decir, es la misma que hay en los pescados azules, si bien hay una menor cantidad de grasa, por lo que no hay tanta cantidad de Omega 3 y, como en el caso del pescado azul, la que tiene es también positiva. Son pescados blancos la merluza, la pescadilla, la lubina, el lenguado o el dorado, por ejemplo.

La ventaja del pescado en general es que es un alimento proteico, con muy poca cantidad grasa y, frente a la carne, es más nutritivo en cuanto a proteínas y conlleva un menor riesgo de sobrealimentar a los niños con grasa por ejemplo. La carne casi siempre tiene un 30% de grasa mientras que el pescado blanco un 10%.

Entre todos los peces a consumir, el mejor pescado vendría a ser el azul y pequeño, como la sardina o el boquerón, porque se comen con espinas, de forma que en una sola comida consigue el calcio y el fósforo que necesita un ser humano al día. Con tres o cuatro sardinas se ingiere grasa buena, minerales, calcio y fósforo.

T/Agencias