Una normativa gubernamental para reducir la ingesta de sal en un 10 por ciento durante diez años sería altamente rentable en casi todos los países del mundo, incluso sin tener en cuenta los ahorros de salud, según concluye un estudio publicado por ‘The BMJ’.
La mayoría de los adultos superan la ingesta máxima de sal recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de 2 gramos por día, lo que resulta en un estimado de 1.648.000 muertes anuales por enfermedades cardiacas en todo el mundo.
Estudios previos en países seleccionados muestran que las políticas nacionales para reducir el consumo excesivo de sal pueden ser muy rentables para reducir la presión arterial y las enfermedades del corazón. Sin embargo, para la mayoría de los países se desconoce la eficacia de esa norma en función de los costos.
Por ello, un equipo de investigadores estadounidenses y británicos dirigidos por la Universidad Tufts en Boston, Estados Unidos, se propusieron medir la rentabilidad de una estrategia de «regulación suave» que combine acuerdos sectoriales y educación pública para reducir la ingesta de sal en un 10 por ciento en diez años en 183 países.
Para tener en cuenta las diferencias, modelaron los costos y los efectos en la salud de una gama de reducciones de sal por edad y sexo dentro de cada país. A continuación, estimaron el número de años de vida ajustados por discapacidad (DALY, por sus siglas en inglés) –una medida de años perdidos debido a la mala salud- que se evitarían por la política en cada país para cada año entre 2011 y 2020.
Mejor que el uso de fármacos
Los costos del programa para cada país se estimaron en dólares internacionales o I $ (equivalente al poder adquisitivo del país en dólares de Estados Unidos). No se evaluaron los posibles ahorros de la asistencia sanitaria por los eventos evitados para proporcionar estimaciones conservadoras.
Los resultados muestran que en todo el mundo una reducción del 10 por ciento en el consumo de sal en diez años dentro de cada país podría evitar aproximadamente 5,8 millones de DALY por año relacionados con enfermedades cardiovasculares, a un costo medio ponderado de la población de 1,13 dólares por persona durante la intervención de diez años.
A nivel mundial, la relación costo-efectividad promedio estimada de la intervención de diez años fue alrededor de 204 dólares por DALY ahorrado (sin contar los ahorros potenciales de salud por acontecimientos evitados). Esto se compara favorablemente con el índice de eficacia de muchos fármacos utilizados para prevenir la enfermedad cardiovascular, dicen los autores.
Aunque los autores señalan algunas limitaciones del estudio, dicen que sus resultados, junto con análisis previos en países seleccionados, «proporcionan evidencia de que una política nacional de reducción de la ingesta de sodio es altamente rentable e, incluso, sustancialmente más rentable que estrategias de prevención médica altamente rentables».
T/Ecoticias