Su nombre químico está representado con la letra N, es el gas más abundante en la atmósfera terrestre y un elemento fundamental para la vida. Por sus propiedades el nitrógeno ha sido fijado en la elaboración de fertilizantes nitrogenados, con la intención de incrementar la producción agrícola.
La aplicación de nitrógeno a los agrosistemas ha solventado algunos problemas, pero también ha causado otros en el ambiente. Los restos de nitrógeno provenientes de los cultivos y aguas servidas ingresan a los cuerpos de agua, afectando la vida de las especies que allí habitan. De igual manera, el exceso de este elemento incrementa la emisión de óxido nitroso, conocido por ser uno de los gases de efecto invernadero.
Hallar estrategias para mitigar los efectos sin impactar de forma negativa la producción de alimentos fue uno de los temas tratados en la primera Escuela de Ciencias Avanzadas en el ciclo del nitrógeno, la sostenibilidad ambiental y el cambio climático, celebrada en Brasil con la intención de formar al talento humano especializado para enfrentar estos retos en el mundo.
“Los países en vías de desarrollo de América Latina deben abordar los problemas ambientales derivados de la urbanización sin control, la producción agrícola, la desigualdad social y la destrucción de los recursos naturales. En estas regiones somos más vulnerables porque nuestros centros urbanos crecieron con poca planificación y la industrialización ha provocado la emisión de gases nitrogenados contaminantes. Todos estos factores tienen implicaciones en la calidad del aire y en el tratamiento de las aguas residuales que van con altos contenidos de nutrientes directamente a los cuerpos de agua causando hipoxia (falta de oxígeno) y mortandad de peces”, explicó la investigadora del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) y parte del equipo coordinador del evento, Tibisay Pérez.
La Escuela de Ciencias Avanzadas en el ciclo del nitrógeno, la sostenibilidad ambiental y el cambio climático convocó a 105 profesionales de 14 países del mundo para identificar los diferentes escenarios de la situación del nitrógeno en el mundo y capacitarlos en el diseño de estrategias eficientes, que permitan minimizar el impacto de su aplicación en suelos y ecosistemas acuáticos.
Como parte de las actividades planteadas durante la jornada de 10 días, los participantes hicieron evaluaciones sobre el uso del nitrógeno en diversas áreas del planeta y plantearon soluciones para optimizar su manejo. “A través de diferentes áreas del conocimiento hicimos análisis para conocer la vulnerabilidad ambiental asociada al uso excesivo del nitrógeno, relacionado principalmente a la agricultura, los cuerpos de agua y la contaminación atmosférica”, indicó Pérez.
Modificaciones en los sistemas de riego y la aplicación de carbón vegetal en los suelos agrícolas para absorber el fertilizante empleado forman parte de las estrategias que la investigadora vislumbra para mitigar de forma económica el riesgo ambiental.
La actividad académica fue organizada por el Centro de Energía Nuclear na Agricultura (Cena) de la Universidad de Sao Paulo, con la colaboración del Inter American Instituto for Global Change Research y financiada por la Fundaҫao de Amparo a Pesquisa do Estado de Sao Paulo.
T/IVIC
AHORA: