JVR: En la MUD impera la política de cúpulas

Foto: Archivo
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El periodista y analista político José Vicente Rangel reiteró este domingo que en la denominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) impera la política de cúpulas, las luchas internas y las acciones irresponsables, realidad que la ha conducido a sucesivos fracasos y, al mismo tiempo, al incremento del malestar en sus seguidores.
En el segmento Confidenciales de su programa José Vicente Hoy, trasmitido este domingo por Televen, Rangel mencionó que en la larga lista de fracasos de la MUD destaca la convocatoria a un referendo revocatorio, tras no iniciar oportunamente su activación el 10 de enero de este año, sino cuatro meses después del lapso establecido en la Constitución nacional
A esto se suma el fraude en la recolección de las firmas necesarias para activar ese mecanismo constitucional, cuyos resultados «se recriminan internamente», pues el propio liderazgo de la oposición terminó siendo «sin duda el sepulturero» del revocatorio.
«La pregunta acerca de por qué no se inició su activación el 11 de enero de este año y se perdió un tiempo valiosísimo cuando los dirigentes optaron por hacerlo cuatro meses después, no tiene respuesta. O mejor dicho, es eludida deliberadamente. ¿Qué provocó tal situación? La respuesta es que la lucha interna fue el factor clave», señaló el periodista.
Las acciones de quienes dirigen la MUD, a nombre de la oposición, son «visto por las bases y cuadros medios como una consecuencia más de la política cupular que impera en el movimiento, política que conduce a sucesivos fracasos», agregó.
«En el sector opositor crece el malestar. Se argumenta que errores tan gruesos y delitos tan evidentes no podían pasar desapercibidos y que sólo la subestimación del adversario chavista lo explica», mencionó Rangel.
Asesinos de Alberto Lovera hoy claman hipócritamente por defensa de los DDHH

Este 28 de octubre se cumplieron 51 años de la desaparición y asesinato del profesor Alberto Lovera, un dirigente político que se encaminó por la lucha social en favor de la dignificación de la clase obrera; fue «uno de los crímenes políticos más oprobiosos cometidos en el país», rememoró el periodista.
Rangel fue quien entonces, siendo diputado, denunció formalmente el caso Lovera ante el Parlamento, el 7 de marzo de 1966, lo que permitió la designación de una Comisión Especial para la investigación.
El 18 de octubre de 1965 el dirigente socialista se encontraba en la Plaza Las Tres Gracias, en los alrededores de la Universidad Central de Venezuela, en Caracas, cuando fue capturado por elementos de la policía política denominada Dirección General de Policía (Digepol) —dirigida por el ministro de Relaciones Interiores del Gobierno de Raúl Leoni, Gonzalo Barrios— quienes lo mantuvieron secuestrado y torturado durante ocho días.
Luego de su secuestro, el 25 de octubre unos pescadores consiguieron su cuerpo atascado en la red de pesca en las costas de Lechería, estado Anzoátegui, amarrado a un pico con una cadena con candados y su cara y manos destrozadas para que fuera irreconocible en caso de ser hallado.
«El terrorismo de Estado practicado en la etapa del puntofijismo consumó el crimen. Sus organismos de seguridad detuvieron al luchador social, lo torturaron salvajemente para que delatara a sus compañeros y como fracasaron en el intento, porque no pudieron vencer la dignidad de su silencio, lo asesinaron y lanzaron su cadáver al mar en el oriente del país», relató Rangel.
«Este crimen no se borra de la memoria colectiva y marcó para siempre a sus autores intelectuales y materiales, los mismos que hoy claman, hipócritamente, por la defensa de los derechos humanos», subrayó el periodista.
Lovera fue uno de los 3.000 venezolanos pertenecientes a las clases populares que fueron desaparecidos por el terrorismo de Estado que caracterizó a los gobiernos del Pacto de Punto Fijo, enfocado directamente en aquellas figuras que representaban una amenaza por su capacidad de movilización y convocatoria política.

Escuche a José Vicente Rangel
 
T/AVN