Medir y precisar de qué forma la extracción de recursos naturales- especialmente los minerales-, el turismo y la presión del hombre en general afectan a los ecosistemas del Parque Nacional Canaima es la nueva tarea emprendida por especialistas del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic).
En este territorio, conformado por más de tres millones de hectáreas, reposan ecosistemas únicos para el mundo. Diversos estudios han identificado especies de fauna y flora del parque nacional, así como el riesgo de amenaza al que están sometidas a causa de la actividad humana. Sin embargo, no se han planteado indicadores para evaluar el estado actual de una de las zonas más antiguas del planeta y el impacto sobre ella, a través de un enfoque ecológico – social multiescalar.
“Sabemos que la presión antrópica ha impactado a Canaima, pero no tenemos un dato que cuantifique la magnitud de la afectación, a pesar de la importancia de esta región para el país pues en ella se genera 70% de la energía hidroeléctrica nacional”, indicó la autora y candidata al doctorado en Ecología del Ivic, Erika Primiciero.
Los indicadores se definen como el producto de una relación matemática entre variables en espacio y tiempo determinado, con la intención de producir datos de valor con respecto a un fenómeno a evaluar. En ese sentido, son diseñados para hacer monitoreo de procesos y dinámicas que requieren de algún tipo de intervención o programa.
El sistema de evaluación aplicado en el estudio estará acoplado con los indicadores ambientales generados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en 2010 y en los que se definen áreas temáticas como atmósfera, bosques, diversidad biológica, energía y transporte, gestión ambiental, y residuos y desechos sólidos.
“Es importante articular los indicadores que estamos elaborando con los desarrollados por el país en 2010, porque solo de esta manera podemos ofrecer información de valor para la implementación de políticas públicas y estrategias de conservación adaptadas a la realidad social”, explicó Primiciero.
Los indicadores que planteará el proyecto doctoral contemplan dos componentes esenciales. El ecológico se encargará de medir las relaciones entre cada uno de los ecosistemas del parque y el paisaje en general, mientras que el socio ambiental tendrá la tarea de hallar las consecuencias de la presión de las actividades humanas sobre estos ecosistemas.
Una vez definidos serán aplicados para evaluar un lapso de 30 años comprendidos entre 1986 y 2016 específicamente en la unión del perímetro del Parque Nacional Canaima con el perímetro del municipio Gran Sabana y en el sector de la comunidad Pemón, Kavanayen.
“La intención es que el trabajo sea multiescalar, por eso vamos a analizar el mismo fenómeno en dos escalas diferentes (regional e intermedia) durante en el mismo período, lo que nos permite tener una visión más precisa de lo que puede estar ocurriendo realmente”, precisó la geógrafa aspirante al título de Doctora en Ecología del Ivic.
La investigación se encuentra en la fase de análisis de la información preexistente, entre las que figuran imágenes satelitales, datos cartográficos, trabajo de campo, entrevistas y talleres con la comunidad. Posterior a esta etapa se definirán los indicadores que serán aplicados a la realidad del parque nacional.
Un territorio antiguo y diverso
Canaima se encuentra ubicado en el estado Bolívar y es considerado el sexto parque nacional más grande del mundo. Sus tierras son de las más antiguas registradas en el planeta y albergan una alta diversidad de especies únicas de animales y vegetales.
Por esta razón en 1994 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco). La presencia de mesetas de roca o tepuy constituye una cualidad única para estos territorios.
La aplicación de indicadores en el Parque Nacional Canaima contiene un grado de dificultad para la ciencia. “La diversidad de los ecosistemas presentes como bosques, vegetación tepuyana, sabanas, junto a la asociación de vegetación como matorrales y herbazales hacen de este espacio un lugar con una alta complejidad ecológica. Desde el punto de vista social también lo es debido a la diversidad de asentamientos ancestrales del pueblo originario indígena Pemón y la introducción de las costumbres occidentales de la población criolla, lo que ha generado múltiples conflictos socio ambientales y económicos”, afirmó Primiciero.
El conocimiento producido será un insumo para las comunidades que allí residen, pues tendrán mayor conciencia de la transformación ocurrida en Canaima debido a la intervención de las comunidades criollas. De igual manera, tendrá un valor significativo para la toma de decisiones y delineación de políticas públicas o estrategias de conservación que permitan preservar este espacio de vital importancia socio – ambiental para Venezuela y el mundo.
T/Ivic
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