La remolacha (Beta vulgaris) es un miembro de la familia del amaranto y una raíz vegetal exquisita y muy saludable. De acuerdo con la literatura científica tiene muchos beneficios para la salud humana, incluyendo ser anticancerígena, antinflamatoria, disminuir la presión arterial y poseer un efecto energizante.
Dependiendo de la variedad, la remolacha varía en color desde el blanco, pasando por el amarillo dorado, hasta el púrpura. La variedad más común es la remolacha roja. El vegetal tiene una piel externa rugosa que normalmente se quita y se desecha.
Cuanto más madura esté, más áspera resultará la piel. Suelen ser cosechadas cuando aún son jóvenes, que es cuando resultan más tiernas y tienen una forma redonda uniforme que recuerda a los nabos. Si se dejan madurar, pueden crecer en longitud y circunferencia, cambiando su textura, haciéndose algo más leñosas y tomando una forma parecida a la de las chirivías.
La remolacha fresca tiene una textura muy jugosa y crujiente y un sabor agradable y dulce, sin amargor subyacente, pero con un deje ligeramente terroso, que está muy bien camuflado por su dulzura. Sus hojas pueden consumirse crudas o hervidas.
Se suelen hervir con o sin cáscara (esta se retira muy fácilmente una vez cocida) y luego se preparan de diferentes maneras: ensaladas, purés, aderezos varios. También se usa como ingrediente fundamental para colorear algunas comidas, como la pasta o algunas masas. Es muy versátil y adaptable.
Existen variedades de remolacha que han sido modificadas genéticamente, por lo que se aconseja que a la hora de adquirirlas se verifique que procedan de cultivos orgánicos y tengan certificación de que son ecológicas y especialmente, no transgénicas.
Propiedades anticancerígenas
La betaína es el pigmento natural de la remolacha roja. Es el principal responsable del color rojo de la verdura, pero, además, según estudios de la Asociación Americana del Cáncer tiene poderosos efectos positivos en tratamientos de este mal.
La investigación ha demostrado que el extracto y el jugo de remolacha roja que contienen grandes cantidades de betaína, pueden detener de manera eficiente la progresión de ciertos tipos de cáncer (incluyendo los que son sensibles a los estrógenos y el cáncer de páncreas), ejerciendo un efecto citotóxico sobre las células malignas.
Por otra parte, la remolacha roja es un alimento esencial en la mayoría de las dietas de pacientes de cáncer. Los azúcares naturales de la remolacha roja son un cebo perfecto para las células cancerosas que dependen de la glucosa para crecer y dividirse, lo que permite a sus agentes quimioterapéuticos naturales (betaína, vitamina C, beta-caroteno y manganeso) atravesar su membrana y destruirlos.
Baja la presión arterial
Varias investigaciones han demostrado que la remolacha contiene nitratos naturales, que nuestro cuerpo convierte en óxido nítrico tras la digestión y que ejerce un potente efecto vasodilatador, en otras palabras, ayuda a ampliar nuestros vasos sanguíneos para permitir un buen flujo de la sangre.
Esto, a su vez reduce la presión arterial, lo que contribuye a tener una buena salud cardiovascular. Beber un vaso de zumo de remolacha o comer una buena porción de la verdura, puede tener efectos casi inmediatos sobre la presión arterial.
Baja el colesterol
Las remolachas nos proporcionan unos 2,8 g de fibra dietética por cada 100 g de verdura. La fibra dietética ayuda de manera activa a que a nivel intestinal se evite absorber casi toda la grasa de los alimentos que comemos, contribuyendo a la reducción del LDL (colesterol malo) y de los triglicéridos.
Efecto laxante suave
Por otra parte, la remolacha está compuesta casi en un 88% de agua. La fibra dietética absorbe el agua para crear volumen y activar los movimientos intestinales y de esta forma aliviar el estreñimiento de forma natural.
Potente acción anti-inflamatoria
La remolacha tiene un excelente potencial antinflamatorio, ya que contiene compuestos específicos muy potentes, tales como betaína, vitamina C y manganeso. El consumo regular de hojas y raíz de remolacha ayuda a reducir los marcadores de inflamación como la proteína C reactiva y la interleucina-6, siendo este último un efecto del alto contenido de vitamina K de las hojas de remolacha.
Rica fuente de antioxidantes
Contiene poderosos antioxidantes como la betaína, vitamina C, manganeso y beta-caroteno, así como pequeñas cantidades de otros nutrientes esenciales (potasio, riboflavina, ácido fólico, hierro, magnesio, fósforo y zinc) y una ingesta abundante de antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres y protegen la integridad celular.
Potencial energético
El consumo de jugo de remolacha antes de iniciar una rutina de ejercicios intensos, puede ayudar a mejorar la resistencia y prolongar el tiempo de entrenamiento. Debido a su contenido de nitratos, la remolacha mejora el flujo sanguíneo y disminuye la presión arterial, lo que permite un mejor rendimiento.
Contraindicaciones
La remolacha está contraindicada en casos híperestrogenación, hipotiroidismo y de litiasis oxálico, esto último debido a su contenido de ácido oxálico. La Betaína, el pigmento que da color a la remolacha roja, puede impregnar la orina y la materia fecal, imitando la presencia de sangre. Así que recuerde no alarmarse si sus evacuaciones se vuelven de color rojizo, después de haber comido remolacha.
T/Ecoticias
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