Un nueva polémica se desata a raíz de unas fotos que muestran al fotoperiodista posando para un selfie junto a los miembros del grupo terrorista Nour al- Din al- Zenki.
La fotografía de Omran Daqneesh, un niño sirio cubierto de polvo y sangre se hace viral en las redes sociales convirtiendo a un confundido y desesperanzado infante en el símbolo de la tragedia humanitaria que socava las ilusiones del pueblo sirio.
¿Quién es el autor de la desalentadora imagen? Su nombre es Mahmoud Raslan y se presenta como fotógrafo e incluso periodista. Sin embargo, usuarios de Twitter han revelado que Raslan podría tener nexos con rebeldes pertenecientes al grupo terrorista Harakat Nour al-Din al- Zenki, un grupo extremista que participa en el conflicto armado en Siria.
Una foto publicada en el medio Offguardian.org captura el momento en el cual Raslan sonríe felizmente a la cámara mientras a su espalda se ve un tanque de guerra y un rebelde sirio. Igualmente una serie fotográfica publicada por la organización, muestra al supuesto periodista acompañado por los depravados miembros del grupo al- Zenki, vistiendo la misma camisa azul que tenía el día en que fotografió a Omran, el niño de Alepo.
La agrupación de rebeldes sirios es responsable de la decapitación de Abdullah Tayseer un niño palestino el pasado mes de julio. Tras la amenaza de Estados Unidos de retirar el apoyo logístico, los terroristas se justificaron diciendo que la víctima era en realidad un combatiente de una fracción del ejército del presidente sirio Bashar al- Assad.
Los terroristas fueron financiados por Estados unidos por considerarlos terroristas «moderados»,según informa el diario La Vanguardia.
Analistas señalan que los grupos armados que luchan en contra del gobierno del presidente sirio Bashar al- Assad son financiados por Estados Unidos con el fin de precipitar la caída el gobierno para controlar el país.
La guerra en Siria comenzó en el año 2011 y continúa engullendo las vidas de millones de sirios, los grupos armados han llegado incluso a utilizar armas químicas. Es un conflicto al cual no se le vislumbra una pronta salida. Una guerra en la cual se mezclan los intereses imperialistas con las intenciones de ayuda y la falta de interés de la Comunidad Internacional por lograr la paz.
T/Telesur
La fotografía de Omran Daqneesh, un niño sirio cubierto de polvo y sangre se hace viral en las redes sociales convirtiendo a un confundido y desesperanzado infante en el símbolo de la tragedia humanitaria que socava las ilusiones del pueblo sirio.
¿Quién es el autor de la desalentadora imagen? Su nombre es Mahmoud Raslan y se presenta como fotógrafo e incluso periodista. Sin embargo, usuarios de Twitter han revelado que Raslan podría tener nexos con rebeldes pertenecientes al grupo terrorista Harakat Nour al-Din al- Zenki, un grupo extremista que participa en el conflicto armado en Siria.
Una foto publicada en el medio Offguardian.org captura el momento en el cual Raslan sonríe felizmente a la cámara mientras a su espalda se ve un tanque de guerra y un rebelde sirio. Igualmente una serie fotográfica publicada por la organización, muestra al supuesto periodista acompañado por los depravados miembros del grupo al- Zenki, vistiendo la misma camisa azul que tenía el día en que fotografió a Omran, el niño de Alepo.
La agrupación de rebeldes sirios es responsable de la decapitación de Abdullah Tayseer un niño palestino el pasado mes de julio. Tras la amenaza de Estados Unidos de retirar el apoyo logístico, los terroristas se justificaron diciendo que la víctima era en realidad un combatiente de una fracción del ejército del presidente sirio Bashar al- Assad.
Los terroristas fueron financiados por Estados unidos por considerarlos terroristas «moderados»,según informa el diario La Vanguardia.
Analistas señalan que los grupos armados que luchan en contra del gobierno del presidente sirio Bashar al- Assad son financiados por Estados Unidos con el fin de precipitar la caída el gobierno para controlar el país.
La guerra en Siria comenzó en el año 2011 y continúa engullendo las vidas de millones de sirios, los grupos armados han llegado incluso a utilizar armas químicas. Es un conflicto al cual no se le vislumbra una pronta salida. Una guerra en la cual se mezclan los intereses imperialistas con las intenciones de ayuda y la falta de interés de la Comunidad Internacional por lograr la paz.
T/Telesur