Primera planta procesadora de cacao iniciará operaciones en Trujillo

Foto: Fonacit
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De manos campesinas, nacerá la primera planta de procesamiento de cacao en el estado Trujillo. Se trata de 13 productores de Monte Carmelo, cinco mujeres y ocho hombres, a quienes el presidente Nicolás Maduro les aprobó 3 millones 460 mil bolívares, con el fin de poner en marcha una fábrica de chocolates que servirá de vitrina agroturística para vivir la experiencia de este ‘manjar de los dioses’.
“Producir el primer chocolate de Monte Carmelo se ha convertido en una experiencia cultural y económica que nos gozamos los productores de la Red Socialista de Innovación Productiva de Cacao “El Sabor de mi Tierra”. Este pueblo nos ofrece uno de los mejores cacaos de Venezuela, que queremos convertir en alimentos que alegrarán el paladar y el alma de nuestras familias y de los visitantes”, resaltó el agricultor José Lara, líder de la Red.
En la planta, los 13 emprendedores rurales procesarán el cacao que arrimarán 150 campesinos de Monte Carmelo. “La idea es que los productores de otros municipios del estado se sumen. Actualmente, la producción de cacao de Trujillo se la llevan para el estado Mérida. Ahora, la aprovecharemos acá. Además, haremos que esta fábrica se convierta en una escuela en la que turistas, estudiantes, productores puedan aprender y conocer el manejo de este fruto emblemático de nuestra tierra”, notificó Lara.
El líder campesino anunció que sus compañeros y él elaborarán licor, manteca y chocolate negro, en polvo y de taza. “Siempre soñamos con ir más allá de cultivar el cacao. Ya estamos materializando este anhelo; lo importante es seguir trabajando juntos”, añadió.
Encaminado a fortalecer la productividad, pidió a las comunidades campesinas de la región que se involucren en este proyecto que estará activo a finales de 2016, no solo como entes vigilantes, sino también como productores: “Debemos avanzar en el saber, el hacer y el ser que demanda la emergencia económica del país”.
Ciencia como instrumento de transformación social
Durante la entrega de los recursos, Guillermo Barreto, viceministro para Investigación y Aplicación del Conocimiento, y presidente del Fondo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Fonacit), informó que este proyecto es una de las 29 iniciativas científicas y tecnológicas orientadas a reactivar la economía venezolana, para las cuales el Presidente de la República designó unos recursos del Fonacit.
“Estamos aquí, en Trujillo, apoyando al pueblo para que siga haciendo revolución. ¡Este es el Motor Pueblo! No es el Gobierno imponiendo o decidiendo: estamos respaldando el emprendimiento y la organización popular. Es la ciencia vinculada con la gente”, manifestó el representante del Ministerio del Poder Popular para Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología (Mppeuct), complacido con el ingenio de los campesinos de Monte Carmelo.
Barreto resaltó que este proyecto es una muestra de cómo la ciencia y la tecnología se enlazan con los Motores Agroalimentario y Turismo: “Es un emprendimiento del corazón del Páramo, cuya fortaleza es la organización popular. Incluye siembra de cacao, protección de la semilla, secado de la almendra, producción de chocolate y experiencias pedagógicas sobre las faenas del campo”.
Para el Viceministro, “este es un proyecto transformador de vida, que pudo nacer solo en Revolución. Hoy, tenemos la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (Locti), que permite otorgar fondos de ciencia y tecnología a las comunidades organizadas. Con este aparato legal, Venezuela reconoce que el saber está en todas partes: en las comunidades, en los indígenas, en los obreros, en los campesinos”.
Hizo hincapié en que la planta transformadora de cacao de Monte Carmelo “tiene el saber y la experiencia de nuestros campesinos andinos en el manejo y procesamiento del cacao, y usa unos equipos hechos en Venezuela”.
Vivir el campo con tecnología, conocimiento y visión
La maquinaria reseñada por el viceministro Barreto corresponde a 8 equipos diseñados y fabricados por talentos del Instituto de Ingeniería para optimizar el procesamiento del cacao. “Es un equipamiento tecnológico de primera calidad, con el cual el Gobierno nacional apoya esta iniciativa comunitaria que es de gran importancia para el municipio y la región en general. Tienen descascarilladora, molinos, tostadora, horno, pulverizadora y prensa”, declaró Vicente Azuaje, presidente de la Unidad Territorial de Ciencia y Tecnología en el estado Trujillo.
“Más allá de las máquinas, que favorecen tiempo y calidad, lo más importante es el proceso innovador que emerge de esta experiencia popular. Aquí, hay un trabajo articulado entre la Gobernación, la Alcaldía, los Ministerios para Ciencia y Agricultura, las universidades. Somos un solo Gobierno que hace presencia en los territorios de la Venezuela profunda”, refirió Azuaje.
En ‘El Sabor de Mi Tierra’, también se destaca el potencial turístico, según Johnny Moreno, presidente de la Corporación Trujillana de Turismo: “Esta planta chocolatera es un producto de la ciencia y la tecnología que potenciará el agroturismo en todo el eje panamericano. A partir de esta experiencia, se incorporará una política pública dedicada a comercializar estos productos en las bodegas y paradas de la región”.
Cuando la ciencia regresa al pueblo
En su interacción con los cacaoteros andinos, el viceministro Guillermo Barreto subrayó que “cada una de las redes de innovación que está financiando el Gobierno nacional, en el área agraria, significa más alimento para el pueblo. Apoyar a los productores es inspirar una nueva Venezuela, es cambiar las condiciones para que nadie más vuelva a decir que el granero de nuestro país está en Puerto Cabello. Este proyecto de los productores de Monte Carmelo es soberanía: es una muestra de resistencia contra la guerra económica”.
“Estamos inspirando la autoestima de nuestro pueblo. Tenemos el compromiso de recordar lo que el Comandante Chávez siempre repetía: nosotros sí podemos. Chávez sabía que los pueblos colonizados introyectan el mito de que no pueden hacer lo que hacen ‘los grandes países’. El conocimiento es un arma para salir de eso. En Venezuela, debemos reconocer que tenemos el mejor cacao del mundo, y grandes potencialidades humanas”, distinguió.
Experiencias con conciencia
“Lo que hacemos con estos proyectos es promover una cultura reflexiva y productiva. Articular la ciencia con los procesos productivos es construir país y felicidad”, explicó el viceministro Barreto.
Insistió en que esta fábrica debería servir para que la gente comience a pensar sobre las condiciones bajo las cuales se produce el chocolate: “El chocolate que encontramos en las grandes ciudades europeas viene de la mano de una gente esclavizada, de la sangre y del dolor de niños africanos, inclusive. En Venezuela, la producción de este delicioso y nutritivo manjar se hace en un sistema económico diferente: reconocemos el poder creador de los trabajadores rurales, y el trabajo solidario que se establece en una relación responsable con la Tierra”.
Cada producto que salga de la primera planta de procesamiento de cacao en Trujillo, hija de su fértil Monte Carmelo, llevará el sello venezolano del compromiso, el saber y el ingenio de campesinos y campesinas que llevan en sus manos ‘el sabor de mi tierra’.
 
T/Fonacit