El gobierno de la República Popular China expresó su firme condena ante el despliegue militar estadounidense en el mar Caribe, cerca de las costas venezolanas. Durante una rueda de prensa, este miércoles, la portavoz de la Cancillería china, Mao Ning, calificó estas acciones como una clara injerencia en los asuntos internos del país sudamericano.
La diplomática de la nación asiática recordó el compromiso de Beijing con la declaración de 2014 de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que establece a América Latina y el Caribe como «zona de paz». Mao enfatizó que su país «se opone a cualquier acción que viole la Carta y los principios de las Naciones Unidas e infrinja la soberanía y la seguridad de otros países».
En sus declaraciones, la portavoz expresó la expectativa china de que Estados Unidos coopere judicialmente dentro de los marcos jurídicos bilaterales y multilaterales existentes. Además, instó a Washington a «intensificar sus esfuerzos para promover la paz y la estabilidad en América Latina y el Caribe».
Estas declaraciones se producen en respuesta a la reciente anunciada «Operación Lanza del Sur» por el secretario de Guerra estadounidense, Pete Hegseth. La operación, que según Washington persigue combatir el narcotráfico, ha generado tensiones en la región. Caracas considera este despliegue militar como una amenaza destinada a propiciar un cambio de régimen por la fuerza.
La operación estadounidense se enmarca en un contexto donde, desde septiembre pasado, EE.UU. ha interceptado más de una veintena de embarcaciones en el Caribe y el Pacífico. En contexto, China se posiciona así como un aliado diplomático clave para Venezuela, respaldando su soberanía frente a lo que ambos países consideran acciones unilaterales e injerencistas por parte de Estados Unidos en la región.
T/RNV