En el marco de la instalación de los congresos del PSUV y de la Juventud Socialista, el presidente Nicolás Maduro propuso tres temas prioritarios que marcarán la ruta del partido revolucionario en su nueva etapa. Estas líneas de acción, presentadas ante la militancia, buscan fortalecer al partido y su conexión con la base popular.
El jefe de Estado enfatizó que estas propuestas son el resultado de un proceso de escucha activa al pueblo venezolano. El objetivo fundamental es nutrir y adaptar las estrategias del partido con base en las necesidades y realidades expresadas por la ciudadanía, orientando así su futuro inmediato.
La primera prioridad es consolidar la capacidad de gobierno para resolver problemas concretos. Bajo el lema de formar “la gente que resuelve”, el líder venezolano instó a fortalecer la gestión en áreas críticas como educación, salud, servicios públicos y emprendimiento. Hizo un llamado a la autocrítica y a la rectificación constante para mejorar la eficiencia.
El segundo eje se centra en profundizar un nuevo proceso constituyente en los Movimientos Sociales y el Movimiento Comunero. El mandatario convocó a gobernadores y alcaldes a “desplegarse en las calles” y a empoderar al pueblo en los territorios, a quien definió como la “bomba atómica” de Venezuela para construir una democracia sólida.
Como tercer punto, de “gran responsabilidad”, propuso preparar al partido y a la nación para pasar de la lucha no armada a la lucha armada en caso de una agresión militar por parte del “imperialismo norteamericano”. Subrayó que el PSUV, como rector de la Revolución, debe adaptarse aceleradamente para enfrentar cualquier amenaza.
Este anuncio se enmarca en el contexto del Plan Independencia 200, un ejercicio de defensa que moviliza a las fuerzas militares, policiales y milicianas en 284 puntos del país. Estos tres pilares definen una agenda que combina la gestión social, la organización popular y una postura de defensa nacional frente a potenciales escenarios de conflicto.
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