Se revela la red de injerencia: Fundación Rosa Luxemburg, Observatorio de Ecología Política y PROVEA, bajo tutela de operadores políticos contra Venezuela

Nuevas informaciones confirman la existencia de un entramado de organizaciones y actores que, bajo fachada académica y ambientalista, han operado en Venezuela como instrumentos de injerencia política y articulación internacional contra el Estado venezolano.

En el centro de esta red figura la Fundación Rosa Luxemburg, que ha tenido como representante en el país a la socióloga Alexandra Martínez. Según diversas fuentes, Martínez, junto a Emiliano Terán Mantovani, integrante del Observatorio de Ecología Política de Venezuela (OEP), fue tutoreada por el sociólogo Edgardo Lander.

Este último, junto a Francisco Javier Velasco (director del CENDES-UCV y mecenas del OEP), Santiago Arconada y otros actores, integra la Plataforma contra el Arco Minero del Orinoco (AMO), estructura que no solo ha desplegado una intensa campaña contra esta política estratégica del Estado, sino que en 2015 y 2016 se pronunció públicamente en respaldo a Juan Guaidó cuando iniciaba su carrera como diputado, sumándose a la agenda de deslegitimación de las instituciones legítimas del país.

Vínculos internacionales y operadores externos

El Observatorio de Ecología Política ha elaborado informes en conjunto con PROVEA, organización con larga trayectoria de colaboración en instancias internacionales junto a actores como el Grupo de Lima y el secretario general de la OEA, Luis Almagro, ambos protagonistas de la agenda de presión y aislamiento diplomático contra Venezuela.

La Fundación Rosa Luxemburg, por su parte, se enmarca dentro de la estructura de fundaciones políticas alemanas que, con financiamiento extranjero, han intervenido en la vida política de países soberanos bajo el amparo de proyectos académicos o de derechos humanos.

Diversos análisis han advertido que su accionar en la región responde a estrategias diseñadas en Europa y Norteamérica para influir en la opinión pública, erosionar proyectos soberanos y facilitar operaciones de cambio de régimen.

El papel del CENDES-UCV como nodo articulador

El CENDES (Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV), dirigido por Francisco Javier Velasco, ha funcionado como un punto de convergencia académica para estas redes. Desde allí se han promovido investigaciones, foros y publicaciones con un marcado sesgo contra el proyecto del Arco Minero del Orinoco, alineados con la narrativa que presentan las ONG opositoras y con financiamiento externo.

Una agenda ambientalista usada como herramienta política

Si bien el discurso público de estas organizaciones se centra en la defensa ambiental y de los pueblos indígenas, sus conexiones y acciones revelan un patrón:

  • Coordinación con plataformas opositoras y actores externos hostiles al Gobierno Bolivariano.
  • Producción de informes e investigaciones usadas como insumos políticos en foros internacionales contra Venezuela.
  • Participación en campañas de deslegitimación del Estado venezolano bajo la bandera de “defensa de derechos humanos” y “protección ambiental”.

Estas coincidencias no son casuales: responden a una estrategia integral que combina la guerra comunicacional, la presión diplomática y la construcción de matrices internacionales adversas a las políticas de desarrollo del país.

Conclusión: la injerencia disfrazada

El entramado conformado por la Fundación Rosa Luxemburg, el Observatorio de Ecología Política, PROVEA y referentes académicos como Lander, Velasco y Arconada, evidencia cómo se utilizan fachadas académicas y ambientales para encubrir agendas políticas de alto impacto. Bajo la tutela y orientación de operadores políticos entrenados y conectados internacionalmente, esta red ha trabajado en convergencia con los mismos actores que han promovido sanciones, bloqueos y acciones de desestabilización contra Venezuela.