La inteligencia iraní anunció la incautación de más de 210 armas, principalmente de fabricación estadounidense, durante tres operaciones realizadas en la provincia de Sistán y Baluchistán, en el sureste del país. Los operativos, llevados a cabo en zonas fronterizas en las últimas dos semanas, forman parte de una estrategia para frenar el tráfico ilegal de armas.
Según las autoridades, los arsenales fueron detectados y decomisados gracias a la coordinación de unidades de inteligencia en áreas de alto riesgo. En los últimos seis meses, se han realizado seis fases operativas que permitieron confiscar miles de armas, muchas de ellas provenientes de Estados Unidos.
Irán acusa a grupos vinculados con agencias de inteligencia extranjeras, especialmente Israel, así como a organizaciones terroristas activas en la región, de intentar introducir armamento a través de países vecinos para desestabilizar la seguridad interna y llevar a cabo actos de sabotaje.
El comunicado también mencionó la operación “Mártires de la Seguridad”, lanzada el 26 de octubre de 2024 por el CGRI tras el asesinato de diez policías en la misma provincia, como un momento clave en la estrategia de seguridad de la zona.
Además, recordó el ataque ocurrido en julio contra un tribunal en Zahedán, capital provincial, que dejó muertos y heridos. Ante el aumento de amenazas, las autoridades han reforzado los controles en puntos críticos y aumentado la vigilancia fronteriza para evitar nuevas infiltraciones armadas.
T/RNV