Este lunes, el ministro Alexandre de Moraes, juez del Supremo Tribunal Federal (STF) a cargo de la investigación por el intento de golpe de Estado en Brasil, ordenó que el expresidente Jair Bolsonaro cumpla arresto domiciliario.
Moraes fundamentó su decisión en el incumplimiento de las medidas cautelares impuestas anteriormente, ya que Bolsonaro habría utilizado las redes sociales de sus hijos —también políticos— para difundir mensajes con un «evidente contenido de incitación a ataques contra el STF y abierto respaldo a una intervención extranjera en el Poder Judicial brasileño».
«No hay duda de que Jair Messias Bolsonaro no acató la medida cautelar establecida», declaró Moraes, señalando que, aunque no actuó directamente desde sus perfiles, sus acciones violaron las restricciones judiciales previas.
El magistrado enfatizó que «es inadmisible que un exmandatario emplee su influencia para desafiar decisiones judiciales y promover la inestabilidad institucional». Además, advirtió que su conducta exige medidas más rigurosas para garantizar el orden público y la autoridad del Poder Judicial.
La sentencia incluye el uso de una tobillera electrónica, la prohibición de recibir visitas, excepto de familiares cercanos y abogados, así como la incautación de todos los dispositivos móviles en su residencia.
La decisión del STF forma parte de la investigación sobre los preparativos del presunto golpe de Estado tras las elecciones de 2022. Bolsonaro enfrenta este proceso y otras causas penales pendientes ante el tribunal supremo.
T/RNV