La Unión Nacional de Educadores (UNE) de Ecuador rechazó la eliminación de aproximadamente 100 puestos de trabajo en el Ministerio de Educación, medida que el gremio asocia a una reestructuración impulsada por el Gobierno. Según la organización, este proceso se lleva a cabo de manera “abrupta y sin cumplir con las garantías legales” para los trabajadores afectados.
A través de un comunicado oficial, el sindicato denunció que la reducción de personal carece de evaluaciones técnicas previas y no fue notificada formalmente a los empleados, lo que consideran una violación de derechos laborales y un paso hacia la precarización institucional. “El Gobierno lo presenta como reorganización, pero en realidad son despidos encubiertos. No hay planificación, alternativas ni apoyo para los afectados”, señaló la UNE.
Además, criticó la falta de programas de reinserción laboral o compensaciones que mitiguen el impacto de los recortes, lo que, según el gremio, debilitará los servicios públicos, especialmente en áreas clave como la educación. “No es reorganización, es el abandono del Estado a su estructura de atención”, afirmaron.
Esta decisión se enmarca en el plan de reestructuración gubernamental anunciado la semana pasada por la vocera presidencial, Carolina Jaramillo, que incluye la reducción de ministerios y el despido de 5.000 funcionarios públicos, bajo el argumento de que algunos “obstruían el trabajo institucional”.
Distintos sectores de la sociedad ecuatoriana—artistas, indígenas, sindicalistas y políticos—han mostrado su desacuerdo con las medidas del presidente Daniel Noboa, quien defiende la reestructuración alegando que aumentará la eficiencia y sigue modelos aplicados en otros países.
T/RNV