Una fuerte ola de calor se extiende por amplias regiones de Estados Unidos, con temperaturas que superan los 40°C y sensaciones térmicas cercanas a los 49°C, impactando a más de 30 millones de habitantes. Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), las altas temperaturas podrían persistir durante toda la semana.
Entre las zonas más afectadas se encuentran importantes áreas metropolitanas del sureste, como Raleigh y Charlotte (Carolina del Norte), Greenville-Spartanburg (Carolina del Sur) y Atlanta (Georgia), donde se prevé un «peligro extremo por calor» durante varios días consecutivos.
Ante esta situación, las autoridades han emitido recomendaciones de seguridad, instando a la población a evitar la exposición prolongada al sol, mantenerse hidratados y permanecer en lugares con aire acondicionado, especialmente durante las horas de mayor intensidad solar.
Además, se ha hecho un llamado a extremar cuidados con grupos vulnerables, como adultos mayores, niños y personas con condiciones médicas crónicas, por ser los más propensos a sufrir complicaciones por las altas temperaturas. Los avisos del NWS incluyen estados del sureste (Alabama, Georgia, Misisipi, Florida) y partes del medio oeste (Misuri, Kansas, Iowa).
T/RNV