La Policía Federal de Brasil colocó este viernes una tobillera electrónica al expresidente Jair Bolsonaro tras una orden del juez Alexandre de Moraes, del Tribunal Supremo de Justicia. La decisión responde al «creciente riesgo de fuga» del exmandatario, quien enfrenta un juicio por intentar un golpe de Estado contra el gobierno de Lula da Silva. La operación incluyó un registro domiciliario en Brasilia antes del traslado a comisaría para instalar el dispositivo.
Restricciones severas
El juez Moraes decretó un paquete de medidas cautelares sin precedentes para un expresidente brasileño:
- Prohibición de salir de su residencia entre 7:00 am y 7:00 pm ni durante fines de semana.
- Veda absoluta de contacto con otros investigados, incluido su hijo Eduardo Bolsonaro (actualmente refugiado en EE.UU.).
- Bloqueo total al acceso de redes sociales y comunicación con embajadores extranjeros.
Contexto judicial crítico
Bolsonaro podría recibir una sentencia superior a 40 años de prisión en septiembre, según fuentes judiciales. Las acusaciones incluyen la organización de protestas golpistas tras su derrota electoral en 2022, donde movilizó a seguidores para ocupar cuarteles y presionar a las Fuerzas Armadas. La tobillera busca evitar que siga los pasos de su hijo, quien coordinó desde Miami una campaña de presión internacional con apoyo de Donald Trump.
El factor Trump
Las medidas se impusieron 24 horas después de que Trump publicara una carta exigiendo detener «inmediatamente» el juicio. En el documento, el expresidente estadounidense calificó el proceso como «persecución política», revelando la coordinación entre ambos clanes. Eduardo Bolsonaro opera como enlace clave en esta estrategia, utilizando contactos republicanos para presionar a instituciones brasileñas.
Silencio y aislamiento
Bolsonaro no emitió declaraciones tras la instalación del dispositivo. Sus abogados anunciarán recursos legales en los próximos días, aunque analistas consideran improbable que reviertan las medidas de Moraes, conocido por su mano dura contra amenazas a la democracia. El exmandatario deberá además entregar su pasaporte y todos sus dispositivos electrónicos.
Próximos pasos
El juicio en el Supremo Tribunal Federal avanzará en agosto, con testimonios de exministros y militares. La fiscalía presentará evidencia de reuniones secretas donde Bolsonaro habría planeado invalidar las elecciones. Mientras Brasil se prepara para este histórico proceso, la tobillera simboliza el cerco judicial a un expresidente que podría morir en prisión.
T/RNV
