El Congreso de Estados Unidos aprobó un recorte de más de 9 mil millones de dólares en fondos previamente asignados para ayuda exterior y medios públicos de radiodifusión, una propuesta impulsada por el presidente Donald Trump. La medida, respaldada con 216 votos a favor y 213 en contra, contó con el apoyo casi unánime de los republicanos, excepto dos congresistas disidentes.
La ley retira 8 mil millones de dólares de la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y otros programas de asistencia exterior. Además, recorta 1.100 millones de la Corporación de Radiodifusión Pública (CPB), entidad que financia medios como NPR (radio) y PBS (televisión). Trump celebró la decisión, calificando a estas emisoras como un «desperdicio de dinero».
En su red social Truth Social, el presidente afirmó: «Los republicanos han intentado hacer esto durante 40 años y fracasaron… pero ya no. ¡Esto es grande!». La medida cancela fondos aprobados previamente por el Congreso, lo que afectará especialmente a radiodifusoras locales que dependen de estos recursos para operar.
Los republicanos defendieron el recorte, argumentando que se eliminaba un «despilfarro de dinero» heredado de la administración Biden. Por su parte, los demócratas lo calificaron de «extremadamente dañino», señalando que el gobierno reduce impuestos a los más ricos mientras recorta ayudas esenciales.
El congresista demócrata Jim McGovern advirtió: «Va a morir gente por culpa de este paquete. Socava a Ucrania, a nuestros aliados y perjudica a medios que informan a comunidades necesitadas». Tras su aprobación en el Senado (51-48), la ley fue enviada a la Cámara Baja para su última revisión antes de llegar al despacho presidencial.
Este recorte marca un cambio drástico en la política de ayuda exterior y financiamiento de medios públicos en EE.UU., con consecuencias aún por verse a nivel nacional e internacional.
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