Un ataque aéreo israelí contra la Iglesia de la Sagrada Familia, el único templo católico en la Franja de Gaza, resultó en la muerte de al menos tres personas y varios heridos. El Vaticano confirmó que el párroco argentino, Gabriel Romanelli, sufrió heridas leves en una pierna tras el incidente.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que están investigando la causa del «incidente», sugiriendo que «fragmentos de un proyectil disparado durante una operación en la zona impactaron por error en la iglesia».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, señaló que el presidente Donald Trump «no tuvo una reacción positiva» al respecto y conversó con el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, para abordar el tema. Las FDI, en un comunicado, justificaron que sus ataques «se dirigen únicamente contra objetivos militares» y que hacen «todos los esfuerzos posibles para mitigar el daño a los civiles y las estructuras religiosas, y lamentan cualquier daño involuntario causado a estos últimos».
La Iglesia de la Sagrada Familia, ubicada cerca del hospital Shifa, albergaba a aproximadamente 600 personas desplazadas en busca de refugio antes del ataque, incluyendo a muchos niños y 54 personas con necesidades especiales.
El primer ministro Benjamín Netanyahu expresó su pesar: «Israel lamenta profundamente que una munición perdida impactara en la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaza. Cada vida inocente perdida es una tragedia. Compartimos el dolor de las familias y los fieles».
T/RNV