El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, reiteró este jueves su disposición a dialogar sobre los aranceles que Estados Unidos amenaza con imponer, pero dejó claro que su país no obedecerá imposiciones de Washington. La declaración fue una referencia directa al presidente estadounidense, Donald Trump.
El conflicto surge por la posible aplicación de un impuesto del 50 % a productos brasileños a partir del 1 de agosto. Lula, con amplia experiencia sindical, destacó su trayectoria en negociaciones, asegurando: «Estoy seguro de que el presidente de EE.UU. nunca ha negociado ni el 10 % de lo que yo he negociado en mi vida».
En su discurso, el mandatario brasileño defendió el multilateralismo, subrayando su compromiso con el respeto y la cooperación entre naciones.
Soberanía digital y fiscal
Lula recordó que Brasil envió en mayo una propuesta a EE.UU. para discutir la relación comercial, pero la única respuesta recibida fue la exigencia de «liberar» a Bolsonaro. «Pero esas personas serán juzgadas, no porque yo lo decida, no soy juez, sino porque la Corte Suprema actúa tras sus propias evidencias», afirmó.
También se refirió a las empresas tecnológicas estadounidenses, señaladas en la amenaza arancelaria de Trump. Aseguró que estas compañías «deben cumplir las leyes brasileñas», pues Brasil «es un país soberano, orgulloso de su pueblo».
Sostuvo que las corporaciones digitales «deben pagar impuestos» y entender que Brasil «no permitirá que, bajo el pretexto de la libertad de expresión, se difamen, engañe o incite al odio contra niños, mujeres, afrodescendientes y la comunidad LGBT».
T/RNV