Durante la 109ª sesión del Consejo Ejecutivo de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ), celebrada en La Haya, Países Bajos, Venezuela condenó con firmeza el genocidio en curso en Gaza por parte de Israel, así como los recientes ataques ilegales contra Irán, acciones que violan el derecho internacional y aumentan el riesgo de crisis químicas en la región.
El embajador Héctor Constant Rosales, Representante Permanente de Venezuela, advirtió que los bombardeos cerca de instalaciones químicas en Irán —bajo supervisión de la Convención sobre Armas Químicas (CAQ)— representan un grave peligro para la vida humana y el medio ambiente, además de ser un desafío inadmisible a las normas internacionales.
Venezuela reafirmó su compromiso con el desarme químico global, exigiendo que las acusaciones sobre el uso de estas armas se traten con rigor técnico y sin politización. Constant Rosales destacó que las denuncias de empleo de sustancias químicas por Israel en Palestina deben ser investigadas sin demora por la Secretaría Técnica de la OPAQ.
El diplomático también denunció las sanciones unilaterales como un obstáculo a la cooperación internacional, señalando que más de mil medidas coercitivas ilegales afectan los derechos humanos y el desarrollo de Venezuela, incluso limitando su trabajo en la OPAQ al bloquear el pago de sus contribuciones.
Además, Venezuela expresó preocupación por la creación de la Oficina de Misiones Especiales de la OPAQ, que asume funciones no previstas en la Convención, y agradeció a China por su taller sobre inteligencia artificial aplicada al control de armas químicas.
La delegación venezolana respaldó la Declaración del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) + China, leída por Uganda. Venezuela es miembro de la OPAQ desde 1998, y el Consejo Ejecutivo está integrado por 41 de los 193 Estados miembros de la organización.
T/RNV