Los deportados de Trump: «Él no es del Tren de Aragua, es un apasionado por el arte»

Arturo Suárez Trejo, un músico venezolano de 32 años y padre de una bebé de tan solo 3 meses, se encuentra recluido en el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador, una megaprisión inaugurada en 2023 por el presidente Nayib Bukele como parte de su controvertida «guerra contra las pandillas», luego de ser deportado sin el debido proceso por decisión del Ejecutivo estadounidense al mando de Donald Trump.

«Ahora está en un país totalmente desconocido como un criminal y él solamente fue a hacer música, a aprender», expresa entre lágrimas su esposa.

Suárez Trejo, quien llevaba seis años residenciado en Santiago de Chile, había comenzado a construir una carrera musical como artista emergente. Sin embargo, en septiembre del año pasado, decidió viajar a Estados Unidos en busca de nuevas oportunidades para expandir su música.

Su esposa, Nathali Sánchez, lo apoyó en esta decisión y relata que, al llegar a suelo estadounidense, Arturo solicitó el Estatus de Protección Temporal (TPS), un programa que ofrece refugio a migrantes de países en crisis.

Pero el sueño de Arturo se truncó el 8 de febrero, cuando fue detenido durante una redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en una casa de Raleigh, Carolina del Norte. Según Sánchez, Arturo se encontraba en el lugar grabando un videoclip con el productor Ysqueibel Yonaiquer Peñaloza Chirinos, a quien conocía desde Venezuela. Ese día, el ICE arrestó a todas las personas presentes en la vivienda, incluyendo a Suárez Trejo, sin mediar explicaciones claras.

Un mes después, Nathali Sánchez miraba las noticias cuando vio «unos chicos que salían agachados» dentro de una prisión. «Yo de curiosidad le di zoom, porque los raparon todos, y cuando veo en una de esas fotos salía él» relata conmovida.

De Estados Unidos a la megaprisión de El Salvador

Tras su detención, Arturo fue llevado al Stewart Detention Center en Georgia. Su familia intentó gestionar una salida voluntaria, pero la falta de recursos y asesoría legal adecuada complicaron el proceso.

Poco después, fue trasladado al El Valle Detention Center en Texas, y casi de inmediato, fue deportado a El Salvador, donde fue recluido en el CECOT, una prisión de máxima seguridad que alberga a miles de presuntos pandilleros y criminales.

El CECOT, inaugurado en enero de 2023, ha sido criticado por organizaciones de derechos humanos debido a las duras condiciones de vida en su interior y la falta de garantías procesales para los detenidos. Para Arturo, un músico sin antecedentes penales, el confinamiento en este lugar ha sido descrito por su familia como una pesadilla.

«Él no es del Tren de Aragua, es un apasionado por el arte, la música y los videos. Aquí en Chile ganó reconocimiento», aseguró Nathali Sánchez entre lágrimas. La mujer ha intentado contactar con las autoridades salvadoreñas, incluido el presidente Bukele, para que revisen el caso de su esposo y le permitan recuperar su libertad.

El caso de Arturo Suárez Trejo se enmarca en un contexto más amplio de deportaciones masivas de venezolanos desde Estados Unidos, muchas de ellas bajo la acusación de pertenencia al Tren de Aragua. Estas deportaciones se realizan bajo la Ley de Enemigos Extranjeros, una norma que no se utilizaba desde la Segunda Guerra Mundial.

La ley es una ampliación de la autoridad en tiempos de guerra que permite deportar a no ciudadanos sin darles la oportunidad de comparecer ante un juez de inmigración o un tribunal federal.

Mientras tanto, la familia de Arturo Suárez Trejo sigue luchando por su liberación. «Él es un artista, no un criminal», insiste Nathali Sánchez, quien espera que su voz llegue a las autoridades competentes y se haga justicia en este caso que ha conmocionado a la comunidad venezolana en el exterior.

T/Telesur