América Latina cuenta con una lista representativa de los 10 principales líderes políticos más influyentes en la red social Twitter, que la diferencia tanto de Europa, como de América del Norte, quienes cuentan con dos líderes cada uno.
Sin embargo, una excepción notable es África, donde ningún líder mundial figura entre los 10 principales. Esto podría deberse a que la región tiene solo alrededor de 22,3 millones de usuarios de Twitter, un margen relativamente pequeño en comparación con otros.
Por el contrario, América Latina tiene una base de usuarios considerable de 76,5 millones, mientras que América del Norte tiene unos 92,1 millones de usuarios de Twitter.
Con base a los resultados obtenidos, tras realizar una ponderación que contó con indicadores como tuits, retuits, menciones, alcance, impresiones, número de ‘me gusta’ obtenidos y recuento de seguidores, se logró establecer el ranking.
En este sentido, el sondeo puntualiza que el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, con 60 años de edad, cuenta actualmente con un total de 4.3 millones de seguidores en la red social mencionada, lo que lo posiciona en el privilegiado puesto número 6 del top 10 del ranking a escala mundial.
Según refiere una nota de prensa del portal Twiplomacy (filial de la agencia global BCW), detalla que, en términos generales, el posicionamiento de muchos líderes se mantiene estable, lo que indica que otros impulsores estadísticos, tuvieron un buen desempeño; la excepción fue el primer ministro indio, Narendra Modi, quien sin la masa de seguidores que proporciona su población, este líder habría caído 125 lugares, lo que significa que habría terminado en el puesto 126, si esto no fuera un factor.
El top 10 también es más joven, en comparación con la lista más amplia, con una edad promedio de 58,1 años, dos años más joven que la clasificación completa.
Entre los principales líderes de hoy, una fuerte presencia preexistente y alcance en Twitter es muy útil.
Asimismo, la investigación sugiere que un gran número de seguidores no solo ayuda a los políticos a asegurar el puesto más alto, sino que amplifica y refuerza, aún más, su influencia una vez que lo ocupan.
