La posición de nuestro país fue dada a conocer por Carlos Alvarado, representante de Venezuela ante la Asamblea, quien hizo el llamado «en nombre de la paz y la salud» para beneficio de los derechos humanos y el respeto al derecho internacional

«Uno de los factores que más amenaza la salud y la paz de los pueblos son las medidas coercitivas unilaterales que impone el gobierno de Estados Unidos y sus principales aliados europeos a las naciones que, como mi país, han decidido mantener posiciones de soberanía y autodeterminación. Estas cruentas medidas, que hemos calificado como crímenes de lesa humanidad, han afectado nuestro acceso a vacunas, medicamentos, insumos, equipos médicos y de laboratorio, alterando indicadores tan sensibles como mortalidad infantil y materna, y causando la reaparición de enfermedades inmunoprevenibles», expuso.

Asimismo, recordó que Venezuela tiene millones de dólares bloqueados en sus cuentas externas «que no puede utilizar porque el sistema financiero internacional se ha hecho cómplice de las mal llamadas sanciones».

Agregó que nuestro país no tiene voto en la Asamblea Mundial de la Salud «porque se nos impide acceder a nuestro propio dinero», lo que sucede igualmente con los fondos rotarios y estratégicos de la Organización Panamericana de la Salud.

Indicó que gracias a los esfuerzos del Gobierno, pueblo venezolano y países amigos como Cuba, Rusia y China se ha podido superar en parte esta situación, así como con las acciones consensuadas con el Fondo de Poblaciones de la ONU y la Cruz Roja.

«Salud y paz son conceptos interdependientes. Cualquier evento que perturbe o amenace la paz influye directamente en la salud de los pueblos. Nos referimos a la salud integral, a la salud colectiva que esté al alcance de todos y todas sin distingo ni exclusión. Venezuela propone que además de la paz, se incluya el concepto de felicidad en el concepto de salud», expresó.

 

T/AVN