Este miércoles el gobierno cubano denunció que las acciones de sabotaje, como el descarrilamiento de un tren en Cuba, se inscriben en la escalada de agresiones alentada desde Estados Unidos para forzar un cambio de régimen en la isla.
Así lo destaca el día hoy Prensa Latina. De acuerdo con el diario Granma, el discurso de odio del actual gobierno estadounidense y su apoyo a grupos terroristas y de extrema derecha radicados en el sur de la Florida, confirman la vigencia del Programa de Acción Encubierta, aprobado en 1960 para derrocar a la Revolución cubana.
Al respecto, como parte de los atentados contra la infraestructura económica de la isla impulsados desde Estados Unidos entre 2017 y 2020, el 26 de mayo de 2019 se produjo el descarrilamiento de un tren de carga, procedente de la terminal de contenedores de Mariel, en la provincia Artemisa, limítrofe con La Habana.
En tal sentido, el ferrocarril tenía como destino a Cárdenas, en Matanzas, y transportaba unas 900 toneladas productos de exportación para la economía nacional, mercancías y materias primas.
Tras su detención, los cuatro autores del hecho identificaron a los terroristas de origen cubano residentes en la Florida, Yaser Izquierdo Hernández y Luis Mario Vela Reyes, como incitadores, organizadores y financistas del sabotaje, quienes permanecen allí sin ser molestados pese a su amplio historial delictivo.
Por su parte, el coronel Víctor Álvarez Valle, segundo jefe del órgano Instrucción Delitos Contra la Seguridad del Estado, del Ministerio del Interior, en todos los casos en los que se comprueba la participación de residentes en el extranjero en actos de esa naturaleza, se notifica al país en cuestión.
La inacción de las autoridades estadounidenses sobre estas denuncias denota complicidad con esos ilícitos dirigidos a crear zozobra entre la población y afectar a la economía nacional, señaló.
