Explosiones en la ciudad de Beirut deja pérdidas de más de 15.000 millones de dólares

Beirut

Las fuertes explosiones registradas hace una semana en la ciudad de Beirut, Líbano; dejaron fuertes pérdidas de más de 15.000 millones de dólares, informó este miércoles el presidente de la nación, Michel Aoun.

De acuerdo con un despacho de la agencia Xinhua, Aoun agradeció el apoyo al Líbano en medio de la situación.

“La información inicial señala que las pérdidas superan los 15.000 millones de dólares, además de los daños en el puerto y la necesidad de material de construcción para reconstruir la infraestructura destruida en las explosiones”, dijo Aoun en una llamada telefónica que recibió del rey de España, Felipe VI.

Recientemente, arribaron a Líbano nuevas donaciones para atender las víctimas de las explosiones en Beirut, que ya ha dejado saldo de 171 fallecidos y más de 6.000 heridos.

Este martes arribaron a la ciudad dos aviones de República Checa, con equipo médico y camas especiales para los centros hospitalarios, mientras que la Federación de Trabajo de Túnez envío un avión con toneladas de medicinas y productos de alimentos.

De igual forma, llegó al Líbano dos aviones militares procedentes de Kuwait, mientras que España envió seis toneladas de harina.

Varios países ya han enviado socorristas y material para hacer frente a la emergencia. La Unión Europea (UE) anunció una ayuda de emergencia por unos 40 millones de dólares, mientras que las Naciones Unidas (ONU) anticipó nueve millones de dólares en ayuda de emergencia para la ciudad libanesa.

Mientras, el Papa Francisco anunció la donación de 250.000 euros, para las víctimas de las explosiones.

Rusia, por su parte, envío un hospital móvil del grupo médico CentroSpac en cinco aviones de carga IL-76 y una nave Superjet-10, así como 150 especialistas a Beirut.

Tras las fuertes explosiones —  producto de unas cercas de más de 2.700 toneladas de nitrato de amonio que llevaban almacenadas en una bodega del puerto de la capital desde 2014 — , se registraron manifestaciones, exigiendo una investigación así como el cumplimiento de demandas sociales.

Ante las manifestaciones, el gobierno de Líbano — que decretó “Estado de Emergencia” durante dos semanas — anunció su dimisión.