Presidente Maduro conmemora 157 años del natalicio del pintor Arturo Michelena

El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, publicó este martes un mensaje  en sus redes sociales para conmemoras los 157 años del natalicio de Arturo Michelena, uno de los pintores venezolanos más importante del siglo XIX.

Nacido el 16 de junio de 1863, en el seno de una familia vinculada al arte en la ciudad de Valencia, estado Carabobo, Arturo Michelena mostró desde muy niño su agilidad con el lápiz, lo que lo llevó a la temprana edad de 11 años a dibujar con detalle su autorretrato.

Su padre, el pintor Juan Antonio Michelena, fue su principal preceptor durante la infancia. Su madre, Socorro Castillo, era hija de Pedro Castillo, retratista y autor de los murales de la casa de José Antonio Páez en Valencia.

En 1874, Michelena hizo una serie de dibujos que ilustraron la edición neoyorkina de Costumbres venezolanas, libro de Francisco de Sales Pérez, quien lo presenta en el círculo de amigos de Antonio Guzmán Blanco con la intención de gestionarle una pensión de estudios.

Entre 1879 y 1882, Michelena y su padre abren una Academia de Arte en Valencia, en la cual realizan retratos por encargo. A comienzos del año 1885, consiguió una beca de 60 pesos mensuales asignada por el Gobierno del General Joaquín Crespo. Así continuó sus cursos de perfeccionamiento en París en la Academia Julián, institución de máximo prestigio en la enseñanza de la pintura.

Ya en tierras europeas se entregó al trabajo, participó del Salón de Arte y obtiene la máxima calificación para un novato, por lo que se le concede una mención honorífica.

En 1887 participa en un segundo salón, donde presenta dos obras: “Una visita electoral” y “El niño enfermo”. Por decisión unánime, el jurado calificador acuerda premiar “El niño enfermo” con la Medalla de Oro de Segunda Clase y el reconocimiento Hors Concours, máximo galardón que se entrega a un pintor extranjero.

En 1889, pinta dos óleos de gran formato: “La joven madre” y “Carlota Corday”, obra de corte histórico con la cual obtuvo Medalla de Primera Clase en la Gran Exposición Universal de París.

El artista plástico regresó a Venezuela como todo un héroe nacional. Con 26 años se convirtió en un gran ídolo popular por sus logros, de ahí que sea admirado por los artistas noveles.

Sin embargo regresó luego de haber contraído tuberculosis en París, ya era un retratista de moda y pintor oficial pero su salud, cada vez más resentida, apenas le permite dedicarle tiempo a obras ambiciosas como Miranda en la Carraca (1896), Berruecos (1895), el Descendimiento (1897) y La última cena (1898).

El artista fallece el 29 de julio de 1898 a los treinta y cinco años de edad aquejado por la tuberculosis, dejando numerosas obras inconclusas. Sus restos fueron sepultados en el Panteón Nacional el 29 de julio de 1948.

T/Agencias