Administración de EEUU mantiene obsesión criminal contra el pueblo venezolano

Frente a la insistencia de parte del secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, de ufanarse de la aplicación de las llamadas «sanciones», con la imposición de acciones coercitivas contra la nación venezolana, el canciller de la República Bolivariana de Venezuela, Jorge Arreaza, denunció este martes dicho ataque sistemático como una obsesión criminal con la que EEUU atenta contra el bienestar del pueblo venezolano en medio de la pandemia del Covid-19.

«Lo primero que hace @SecPompeo en las mañanas es anunciar otra agresión a Venezuela. Obsesión criminal. Quiere que los venezolanos se queden sin gasolina, que el Estado no pueda vender petróleo para importar medicinas, tratamientos, alimentos e insumos para producir: Lesa humanidad», fustigó Arreaza a través del Twitter.

El pronunciamiento del canciller venezolano lo hizo tras el anuncio de Pompeo de «sanciones» contra compañías venezolanas de lo cual se aufana en la red social con el siguiente mensaje: «Hoy, Estados Unidos está sancionando a cuatro compañías por su papel en facilitar el robo de petróleo venezolano por parte del régimen de Maduro. Estas sanciones aíslan aún más al régimen y son otro paso para obtener libertad y prosperidad para el pueblo de Venezuela».

Como crímenes de lesa humanidad ha sido calificado el bloqueo y confiscación de recursos de Venezuela que ha perpetrado el gobierno de EEUU con la especie de aplicación de supuestas «sanciones».

Arreaza ha reiterado esta denuncia en distintos foros nacionales, internacionales, a través de medios y las redes sociales, en los que ha explicado que con estas acciones coercitivas de presión económica y financiera, la administración del norte impide la adquisición de alimentos y medicinas para la población venezolana.

Estas medidas han dado cabida a la confiscación de activos venezolanos en el exterior como la empresa Citgo, filial de la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa), la cual está valorada en unos 34.000 millones de dólares, además de la empresa Monómeros en Colombia, adscrita a Pequiven.

T/AVN