El libro y la lectura: Protagonistas culturales de abril

Hace 25 años, el 23 de abril fue declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como el Día Mundial del Libro y el Derecho de Autor, ya que coincidencialmente en 1616, ese día murieron Miguel de Cervantes, William Shakespeare y el Inca Garcilaso de la Vega; y en 1936 nuestra gran escritora Teresa de la Parra.

De manera que, aun cuando los libros y la lectura se vienen celebrando en distintos países desde las primeras décadas del pasado siglo XX, es a partir de 1995 cuando tienen su fiesta oficial, y durante todo el mes de abril se suele intensificar la misión de promoverlos y contagiar el gusto por la lectura.

Este año, esa tarea ha cobrado un valor relevante en el mundo entero, debido a la coincidencia con la pandemia del Covid 19, que ha mantenido a la mayoría de las familias encerradas en sus casas cumpliendo una cuarentena social, medida recomendada por las autoridades de salud, a objeto de prevenir el contagio del coronavirus.

Entre la diversidad de actividades que los expertos han recomendado realizar en casa, mientras dure dicha cuarentena, la lectura suele aparecer en los primeros lugares, por todas las bondades que el libro ofrece a los lectores. Los libros son excelentes amigos, nos recrean, nos enseñan, nos divierten, desarrollan la creatividad, ponen a volar nuestra imaginación, nos permiten viajar hacia remotos países, conocer personajes y lugares fascinantes.

Estas ventajas y beneficios se multiplican cuando hacemos de la lectura un hecho social; es decir, seleccionamos un texto literario y lo compartimos en voz alta con la familia o la pareja; también para entretener a los más pequeños, podemos realizar una lectura dramatizada, seguida de una actividad lúdica o artística, como recrear a los personajes, dibujarlos, cambiarles los nombres o el final de la historia, en fin, todo lo que nuestra creatividad nos permita.

La apropiación que hagamos de un libro determinado, le agrega valor a la comprensión del texto y potencia el gusto por la lectura; todo ello coadyuva en la mejoría del rendimiento académico, gracias al desarrollo de las competencias lingüísticas que nos brinda la lectura literaria; ya que si bien se puede aprender a leer -como de hecho se enseña- a partir de los libros de texto, es la lectura y la interacción con los diversos géneros literarios, la que contribuye de manera decidida en la formación de un lector crítico e independiente.

Igualmente, es la lectura literaria la que estimula la creatividad, permite conocer e imaginar realidades distintas y distantes, diversifica los puntos de vista con respecto al mundo circundante, nos obliga a reflexionar sobre conceptos e ideas abstractas, mejora nuestra producción escrita, al hacer un uso estilizado del lenguaje, y permite estrechar lazos con nuestra lengua y con la lengua de otros.

A partir de la lectura literaria, es que las y los niños comienzan a convertirse en lectores autónomos, y a experimentar el verdadero placer que brinda la lectura. Descubrirla les permite escoger libremente lo que desean leer, y los motiva a relacionarse e interactuar con otras personas sobre los libros y la lectura, opinar y discutir sobre diversos temas, llegando a hacer de los libros una compañía maravillosa.

Favorecer el encuentro entre libros y lectores es una de las mejores opciones para celebrar el mes del libro y la lectura, procurando que las y los posibles lectores se acerquen a ellos, promoviéndolos de una forma amigable, natural, sin imposiciones, a partir de los beneficios que aportan en la formación de ciudadanos más participativos.

En ese sentido, y en un gesto de solidaridad con ocasión de la pandemia, muchos autores, editores y editoriales; así como también, bibliotecas digitales, quienes tienen la misión de “dar de leer”, han liberado sus derechos a través de la Internet y por las distintas redes sociales, con el objeto de ofrecer un mayor acceso a los libros y a la lectura en el hogar, dado que este año, los lectores se encuentran impedidos de acudir a las bibliotecas públicas, lugares maravillosos donde los niños comienzan a convertirse en lectores.

Frente a esa coyuntura, el Instituto Autónomo Biblioteca Nacional y de Servicios de Bibliotecas (IABNSB) ha promovido la lectura a través de la difusión de libros electrónicos y audio libros en redes sociales, así como recomendaciones para leer en los hogares. Además, en las redes estadales de bibliotecas públicas se fomentan actividades a distancia para el encuentro con los lectores que antes acudían a actividades presenciales.

En este mes de abril, queremos que los niños, jóvenes y adultos se contagien, pero del gusto por la lectura, haciendo de los libros una herramienta maravillosa.

T/Prensa Cultura