El “líder cívico” boliviano Luis Fernando Camacho, uno de los principales golpistas que encabezó el derrocamiento del presidente Evo Morales, anunció que renunciaba a su candidatura a las elecciones presidenciales como “paso extremo” para que los opositores organicen una campaña contra el partido MAS ante la alta preferencia popular por los candidatos del derrocado exgobernante.
“Ponemos nuestras candidaturas en blanco por Bolivia, esto no quiere decir que nosotros nos vamos a bajar solamente porque otros candidatos sumen, vamos a bajarnos para que todos apoyemos una sola candidatura, hagámoslo por Bolivia”, trató de explicar Camacho a reporteros, informó Sputnik.
El ultraderechista líder de Santa Cruz hizo el anuncio dos días después de que una primera encuesta nacional de intención de voto, de cara a los comicios de mayo, pusiera en claro primer lugar a Luis Arce, el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales, muy cerca de asegurar una victoria en primera vuelta.
Camacho, ubicado en esa encuesta en cuarto lugar, detrás del exmandatario Carlos Mesa (2003-2005) y de la actual presidenta de facto Jeanine Áñez, habló con la prensa al salir de la sede del Comité Cívico de Santa Cruz, donde dejó una carta pidiendo la convocatoria urgente a una cumbre de candidatos “anti MAS”.
El anuncio de Camacho puso en evidencia la preocupación extendida en sectores de la derecha boliviana, que desde distintos escenarios contribuyeron al derrocamiento de Morales, por la alta posibilidad de que el MAS retome por vía electoral tanto la presidencia como el control del Parlamento.
Propuso que ese comité convoque de nuevo a los candidatos que el 1 de febrero firmaron en una cumbre el “Acuerdo Nacional por la Unidad de Bolivia”, en el que coincidieron en rechazar a Morales y al MAS pero dejaron para abril la definición de una eventual alianza electoral.
Una segunda cumbre de esos candidatos debe ser convocada “con urgencia (…) para tomar medidas”, dijo. A la primera cumbre asistieron seis candidatos contrarios al MAS, entre ellos Mesa, Áñez y Camacho.
Camacho advirtió que “de no haber unidad, Evo Morales podría retornar al poder y eso defenestraría lo hecho por los ciudadanos que estuvieron en paro durante 21 días”, en referencia a las protestas violentas e ilegales de octubre y noviembre que propiciaron sucesivamente la renuncia forzada de Morales y la autoproclamación del Gobierno dictatorial de Áñez.
T/Agencias