Numerosas críticas caen sobre la Organización de Estados Americanos (OEA) que luego de más de 44 días, presentó el informe final de la auditoría a las elecciones en Bolivia y en el cual no es posible encontrar certezas de fraude.
El informe del organismo reconoce que Evo Morales ganó en primera vuelta, pero asegura que es «estadísticamente improbable» que haya sido por una diferencia de 10 por ciento.
En el vilipendiado documento, se alude en el 75 por ciento de su cuerpo a la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (sin validez legal).
Advierten que la OEA halló irregularidades en tres mil 4718 votos en 226 mesas, y si dichos sufragios se anularan el Movimiento al Socialismo, la diferencia sigue siendo mayor a 10 por ciento.
La víspera, un centenar de expertos internacionales en economía y estadística llamaron a la OEA a retirar sus «declaraciones engañosas» sobre el proceso electoral en Bolivia que propició el golpe de Estado contra el presidente constitucional Evo Morales.
El pasado 10 de noviembre, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, pidió la anulación de las elecciones tras difundir los resultados preliminares de la auditoría, lo cual agitó más a sectores de la derecha que desde antes de los comicios presentaban un escenario de supuesto fraude electoral.
Poco después de la publicación, el presidente Evo Morales anunció nuevas elecciones y la conformación de un nuevo Tribunal Supremo Electoral.
Pero para consumar el golpe el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, y el de la Policía Nacional, Vladimir Calderón, le exigieron a Evo su dimisión algo que hizo ese mismo día y se instaló una presidencia autoproclamada.
T/Prensa Latina