El consultor, analista internacional y comunicador social, Amaury Chamorro, en entrevista con el periodista y sociólogo Oscar Schémel, precisó que “el principal desafío de la izquierda en nuestro continente no es sólo repensar o crear un nuevo modelo de democracia, al considerar el poder de los medios de comunicación, de las redes sociales (RRSS); sino además – dijo – debe reconectarse con la sociedad civil que es finalmente quien va a permitir un cambio”.
El invitado al programa Análisis Situacional de este domingo 1 de diciembre, destacó “la izquierda debe hacer un proceso de resignificación porque América Latina, en condiciones económicas y de formación demográfica, no es la misma de hace 20 años cuando llegó el Presidente Hugo Chávez, ya que no existían las redes sociales sino que apenas contábamos con la Internet”.
Agregó que en las dos últimas décadas «ha surgido un fenómeno importante que debemos entender en el contexto de la nueva interconectividad social, se trata de las redes sociales” las cuales han permitido que la sociedad pueda expresarse y registrar la evidente violación de derechos humanos en países con gobiernos neoliberales como Colombia, Chile y el reciente golpe de Estado en Bolivia.
Censura controlada en las RRSS
El comunicador social, afirmó que la censura dentro de las redes sociales se presenta de manera no explícita, “existe una censura previa que son los famosos algoritmos”, éstos actúan para mitigar la capacidad de producir y difundir contenido, explicó.
Lo que un usuario ve en su cuenta Facebook, Twitter, Instagram o lo que llega a WhatsApp, es previamente filtrado “alguien determina si se ve o no se ve”, detalló. Y ese alguien “son las empresas, las RRSS, las mismas corporaciones que predeterminan el tema y eso ayuda a engañar la opinión pública al creer que hay democracia, que hay libertad de expresión, lo que es absolutamente falso”.
Señaló que la existencia de una sociedad más interconectada a través de las redes sociales también permitió crear un proceso en que se hablaba de sociedades líquidas, que no necesariamente responden a estructuras formales para poder expresarse, ya que «a través de las RRSS puedo hablar, puedo dialogar, – incluso – puedo ser un niño de 10 años con 30 millones de seguidores en YouTube» lo que en este caso se traduciría como «mayor alcance comunicacional que un medio de comunicación».
Refirió que se trata de una «distorsión de quién tiene la percepción del poder comunicacional», lo que ha ocasionado que la sociedad se pulverizara en el momento de actuar en nuestro continente”, puntualizó Chamorro.
En este sentido, el analista internacional sentenció que “las empresas de comunicación, hoy muchas veces sustituyen a los partidos políticos de derecha, entonces hay un enfrentamiento hacia la imagen, la capacidad comunicacional y la reputación de los líderes de izquierda en nuestro continente”.
Tanque del pensamiento
Sobre el Grupo de Puebla relató que lo percibe como “un tanque de pensamiento formado por figuras políticas importantes en la izquierda del continente”, no por los partidos, sino por sus liderazgos.
Fue “creado por políticos influyentes en sus países porque son de centro izquierda y con diferencias ideológicas muy grandes. Es un grupo interesante que permite generar pensamiento político crítico no solo para la disputa política de manera general y para autocomprenderse”, dijo.
Finalmente, Chamorro afirmó que el objetivo del Grupo de Puebla es debatir cuál es el nuevo modelo en que se debe avanzar.
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