La Policía Nacional de Chile reprimió, con tanques lanzaaguas, la manifestación de este lunes que se centró en la Plaza Italia, en rechazo a las medidas neoliberales impuestas en el país desde hace más de 30 años y fueron encrudecidas durante el gobierno del actual presidente Sebastián Piñera.
Las imágenes fueron difundidas por medios locales en las redes sociales.
Más temprano, el pueblo chileno convocó a nuevas manifestaciones en rechazo a las políticas económicas, bajo la consigna Esto aún no termina.
La jornada, refieren los medios, estaba enfocada en bloqueos de rutas, concentraciones en tribunales, marcha y un gran cacerolazo a escala nacional.
Entre las demandas populares se encuentran una nueva Constitución, aumento del salario mínimo, disminución de las tarifas de servicios básicos, educación y salud públicas y rechazo a la represión policial y militar contra las protestas populares, lo que ha dejado un saldo de 23 fallecidos, 2.500 heridos — según un informe presentado por la Cruz Roja— y más de cuatro mil detenidos, incluidos cientos de menores de edad.
Según un informe de la Fiscalía General de Chile, el Ministerio Público investiga – desde que comenzaron las manifestaciones – 840 denuncias por violencia, entre ellos 206 relacionados con eventuales abusos contra particulares y 18 a presuntas torturas realizadas por funcionarios del Estado.
Ante las fuertes denuncias, desde la semana pasada, se encuentra en Chile un equipo de la Oficina de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ONU), para verificar e investigar las violaciones a los derechos humanos en el país.
