Programa Nacional contra la Oncocercosis suprimió 75 % de la enfermedad en población Yanomami

Con el apoyo del Estado Mayor de Salud, el Programa Nacional de la Eliminación de la Oncocercosis ha agilizado la administración del medicamento (Ivermectina)  para combatir esta enfermedad también conocida como «ceguera de los ríos» , que aqueja principalmente a las comunidades yanomamis que habitan zonas de difícil acceso en el sur del país.
La información fue dada a conocer por el doctor Carlos Botto, especialista en parasitología médica con una larga trayectoria en esta área y fundador del Programa Nacional de la Eliminación de la Oncocercosis en el foco sur de Venezuela, durante su participación en el espacio radial Salud Soberana, transmitido todos los miércoles por Radio Nacional de Venezuela (RNV).
El entrevistado refirió que los avances en la erradicación de esta dolencia en Venezuela son significativos, pues ya se lograron eliminar dos focos localizados en la región norte del país y se ha suprimido en un 75 por ciento su incidencia en la comunidad más afectada por este vector que es el pueblo Yanomami, conformado por más de 35 mil indígenas que habitan el Alto Orinoco, en la frontera entre Brasil y Venezuela.
Hay muchos países en África que la tienen. En América Latina ya se eliminó en cuatro países: Guatemala, México, Colombia y Ecuador, solo queda el pueblo Yanomami.
El doctor Botto destacó que la desaparición de este padecimiento transmitido por moscas negras que afectan la visión, es una tarea de largo aliento que depende del gran esfuerzo que realizan equipos conformados por Agentes Comunitarios Yanomamis de Atención Primaria en Salud, médicos, técnicos entomólogos, biólogos, antropólogos, enfermeros, así como ingenieros en sistemas para el procesamiento de la data, entre otros.
El trabajo realizado por este equipo dedicado a la eliminación de este mal ha sido destacado por la Organización Panamericana de la Salud, debido a sus alcances e incidencia en la salud de más de 370 comunidades indígenas, muchas a las que solo se le puede acceder por vía fluvial o con largas caminatas de incluso 40 días.
Este logro extraordinario de los equipos de salud para hacer diagnósticos y llevar tratamientos a las zonas más recónditas del estado Amazonas,  también permite hacer abordajes de salud integral atendiendo a pacientes con tuberculósis, malaria, parasitósis intestinales y neumonia, entre otras afecciones.
T/WEB RNV
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