En un comunicado dirigido a sus miembros, el secretariado del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) expresa su «mayor tristeza» al comunicar la muerte del diplomático nipón, Yukiya Amano, quien que ocupaba el más alto cargo de la agencia de vigilancia nuclear de Naciones Unidas desde 2009.
La nota no precisa la fecha exacta, ni el lugar ni las causas del fallecimiento de Amano, sino que se limita a «compartir una reciente reflexión» que Amano planeaba incluir en una carta a la Junta de Gobernadores del OIEA, en la que iba a presentar su dimisión.
«Durante la última década, el organismo logró resultados concretos para conseguir los objetivos de ‘Átomos para la Paz y el Desarrollo’, gracias al apoyo de los Estados miembros y la dedicación del personal» del OIEA, habría resaltado Amano en la misiva, en la que expresaba su orgullo y agradecimiento.
El breve comunicado, publicado en la página web de la autoridad del sistema de Naciones Unidas encargada de velar por el uso pacífico de la energía nuclear,concluye diciendo que la bandera del OIEA ondea «a media asta».
El funcionario se había estado preparando para dejar su puesto en marzo, mucho antes del final de su tercer mandato de cuatro años, fijado hasta 2021.
T/VTV