Estas son las acciones violentas de la derecha desde el año 2002

Foto: Archivo
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La misma oposición del Golpe Abril y del paro de Diciembre del 2002, de las guarimbas terroristas de 2004 y 2014 y el llamado a la arrechera de Capriles en 2013, es la que causa la violencia contra Nicolás Maduro. Su objetivo: tumbar al primer presidente chavista y con ello la Revolución Bolivariana para instaurar políticas neoliberales y entregar el país al gobierno de los Estados Unidos.   

En esta ocasión, la única diferencia son las estrategias que aplica ahora la derecha nacional e internacional, que desesperada y enferma busca arrebatar el poder que ha logrado conquistar el pueblo, gracias a la consolidación de la democracia participativa y protagónica que impulsó el gigante y líder de la Revolución Bolivariana Hugo Chávez en 17 años.

Para nadie es un secreto que el proyecto bolivariano del Comandante Chávez, desde su inicio, ha sido una gran molestia para los grupos económicos, empresariales y financieros del país, así como para el imperio gringo, por oponerse al componente ideológico capitalista, visceral y de dominio burgués, y ser un proyecto liberador para los pueblos.

Oponerse al Socialismo Bolivariano se convirtió en un objetivo desesperado, obsesivo y brutal de la derecha parasitaria para configurar una ofensiva despiadada contra Chávez, el pueblo y ahora Maduro.

La derecha, representada en la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha intentando durante 17 años desestabilizar y derrotar la Revolución Bolivariana, usando la violencia.

Golpe fría y milimétricamente planificado

El 11 de Abril con unos 300 mil opositores que marchaban hacia la sede de PDVSA –Chuao , los golpistas, a sabienda de la gran concentración de los chavistas cerca del Palacio Presidencial, los instigaron y arrastraron, aprovechando que los ánimos ya estaban caldeados, gritando consignas de odio, a marchar hacia Miraflores, para facilitarle sus designios: Los muertos que necesitaban para justificar el Golpe de Estado.

Todo estaba fría y milimétricamente planificado: Los francotiradores apostados por los golpistas en edificios cercanos dispararon contra los dos bandos.

Parte del plan fue utilizar a la PM de la Alcaldía Mayor para disparar y arremeter contra la masa humana de chavistas que se encontraba cerca de Miraflores y así disolverla, con el objetivo impuesto por los golpistas de entrar a la fuerza al Palacio Presidencial y matar a Chávez.

Parte del golpe era evitar que las Fuerzas Armadas actuaran, por eso los generales golpistas neutralizaron el Plan Avila.

Lograron el objetivo deseado: a las seis de la tarde, el general Efraín Vásquez Velasco anuncia que el Ejército no obedecerá al Primer Mandatario Nacional, en vista de la cantidad de personas muertas y heridas ocurridas ese día.

Cae Chávez y se autoproclama, con poderes plenipotenciarios el oligarca Pedro Carmona Estanga. Sin embargo, el domingo 13 de abril, pueblo y Fuerza Armada rescató el Gigante Hugo Chávez. El golpe dejó un saldo de 19 personas fallecidas y cientos resultaron heridas.

El paro criminal de 2002

El paro petrolero de diciembre de 2002 fue uno de los actos terroristas más viles que ha vivido la sociedad venezolana. Fueron 64 días de terror, con un grupo de políticos que se organizaron, confabularon y sonsacaron a un grupo de gerentes de Pdvsa para dar el zarpazo.

El sabotaje petrolero de 2002 y 2003, afectó principalmente al pueblo, que se vio sometido a un largo período en el que hubo carencia de combustible para el transporte, gas para la cocina, así como la Navidad en las que se trastocaron la cotidianidad y alegría de esta época.

En lo económico, según cifras del Banco Central de Venezuela, el resultado fue una contracción de 9,2% del Producto Interno Bruto, la actividad económica cayó en un 27,7%; y los datos de Pdvsa indicaban pérdidas por $2.598 millardos (crudo no exportado), $267 millardos (ventas internas no realizadas) y $841 millardos (importación de combustible).

Guarimbas terroristas de 2004
En 2004, durante el gobierno de Hugo Chávez, la oposición venezolana también utilizó las llamadas “guarimbas” con saldo de 50 muertos y 193 heridos. En ese entonces la violencia arrancó en Caracas, el 27 de febrero, cuando grupos opositores se congregaron en diferentes lugares del este para participar en la movilización convocada para protestar la decisión del árbitro electoral de llevar a reparo planillas con firmas de dudosa legitimidad, llamadas firmas planas.

Los violentos querían alcanzar el Teatro Teresa Carreño, donde se celebraba la cumbre presidencial del Grupo de los Quince. Un muerto y decenas de heridos, el alumbrado público destrozado, objetos incendiados; así como piedras, palos, tubos y hasta camiones atravesados en autopistas para obstaculizarlas.

Como la ruta de la protesta incluía la bajada de Maripérez, otro grupo de fanáticos incendió las casas de los partidos Movimiento V República (MVR), actual Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y Patria Para Todos (PPT).

El foquismo se multiplicó en varios estados, pero en Caracas comenzó a ser rechazado por los mismos opositores al Gobierno, porque las barricadas impedían su libre tránsito y los arrebatados dañaban sus bienes y los alrededores de sus hogares.

Las arrecheras de Capriles en 2013

“Descargue toda esa arrechera, descárguela allí, dele ahí duro, usted le da allí y que se oiga en todo el mundo”, así llamó el candidato perdedor Henrique Capriles Radonski la noche del 15 de abril de 2013, horas después del primer boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), con el cual se anunció el triunfo del presidente Nicolás Maduro, con 50,66% de los votos.

Capriles Radonski, en un claro acto de irresponsabilidad generó una ola de violencia en la que fueron asesinados 11 venezolanos, todos vinculados con la Revolución Bolivariana.

La “arrechera” de seguidores de Capriles se hizo literalmente fuego cuando quemaron casas del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), automóviles, centros médicos e instalaciones de la Cantv, y cuando el mismo 15 de abril fueron arrolladas intencionalmente tres personas, durante una manifestación de apoyo a la Revolución Bolivariana en el estado Zulia.

La ira provocada por Capriles tuvo una intensidad de cuatro días continuos en los que resultaron heridos más de 80 venezolanos en actos vandálicos y criminales en 14 estados del país.

Reedición de guarimbas en 2014

En febrero de 2014 grupos violentos de la extrema derecha venezolana empezaron a ejecutar sus planes golpistas contra del gobierno de Nicolás Maduro a través de las llamadas “guarimbas” (cierre arbitrario de calles con acciones violentas), que dejaron 43 muertos.

Los extremistas exigían y aún exigen “La Salida”, que no es más que la renuncia del Jefe de Estado, ultrajando la voluntad del pueblo reflejada en las elecciones del 14 de abril de 2013, que aprobaron la continuidad de la Revolución Bolivariana iniciada por el Comandante Hugo Chávez.

Por este hecho, el opositor ultraderechista Leopoldo López fue condenado a 13 años y 9 meses de prisión por su papel en las protestas de 2014 que dejaron además de 43 muertos, más de 800 heridos.

Es importante destacar que a esta ola de violencia fascista se le suma una guerra económica feroz, un sabotaje eléctrico y un perverso ataque en el sector alimentario, con el acaparamiento y desabastecimiento generalizado de productos de primera necesidad, promovido por la burguesía, en un intento desesperado y desenfrenado por acabar con la Revolución Bolivariana.

Hoy el pueblo ha resistido y sigue resistiendo a las embestidas de la misma derecha que desde hace años busca acabar con la Revolución.

Con información de teleSUR/Aporrea, PSUV, AVN, CO, CCS