La República Bolivariana de Venezuela denunció este jueves una campaña de hostigamiento y de instigación por parte del gobierno de Estados Unidos (EEUU) contra la nación suramericana para quebrar la soberanía, evidenciada en su participación en el golpe de Estado fallido registrado el pasado 30 de abril .
Mediante un comunicado, publicado en el portal web del Ministerio para Relaciones Exteriores, Venezuela señaló que esta campaña está siendo avalada por varios países del mundo con el fin de «derrocar al gobierno constitucional venezolano».
«A lo largo de los días transcurridos desde entonces, Venezuela está recibiendo desde todos los rincones del planeta los pronunciamientos de condena sin paliativos de estos hechos por parte de gobiernos y organizaciones de todas las tendencias políticas, con la excepción de los habituales personeros del gobierno de Estados Unidos y el grupo de países satélites que ha venido adelantado la sistemática agresión contra Venezuela, quienes han declarado admitiendo no solo su respaldo, sino incluso su responsabilidad en estos hechos», refiere el texto.
Este jueves, varios países del continente y miembros de la Unión Europea se pronunciaran en contra de la detención del diputado Édgar Zambrano, a quien se le fue allanada su inmunidad parlamentaria este martes por su participación directa en el fallido golpe de Estado, que dejó saldo de cinco fallecidos y 233 detenidos en todo el país.
Este martes, la Asamblea Nacional Constituyente aprobó el allanamiento de la inmunidad parlamentaria de Zambrano, así como la de los diputados Luis Florido, Henry Ramos Allup, Richard Blanco, Marianela Magallanes, José Simón Calzadilla y Américo De Grazia; también por su participación en el golpe de Estado promovido desde el Gobierno EEUU con apoyo de la extremaderecha venezolana.
A continuación, el texto íntegro:
Venezuela denuncia campaña de hostigamiento de EEUU que insiste en quebrantar soberanía del país
La República Bolivariana de Venezuela considera necesario ampliar información en relación con el reciente intento de golpe de Estado ocurrido el pasado 30 de abril del corriente.
Tal y como Venezuela ha venido denunciando desde el pasado mes de enero, desde Estados Unidos se instiga, promueve, organiza y financia una irresponsable campaña que tiene por objeto producir un cambio de gobierno por la fuerza, demostrando su desprecio por la soberanía, la paz y la democracia.
En este contexto, el mundo ha sido testigo de la temeraria operación llevada a cabo por elementos civiles y militares el pasado martes 30 de abril, con el confeso objetivo de derrocar al gobierno constitucional venezolano, la cual fue sofocada y derrotada en menos de veinticuatro horas, gracias al respaldo del pueblo soberano y a la lealtad y compromiso democrático de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
A lo largo de los días transcurridos desde entonces, Venezuela está recibiendo desde todos los rincones del planeta los pronunciamientos de condena sin paliativos de estos hechos por parte de gobiernos y organizaciones de todas las tendencias políticas, con la excepción de los habituales personeros del gobierno de Estados Unidos y el grupo de países satélites que ha venido adelantado la sistemática agresión contra Venezuela, quienes han declarado admitiendo no solo su respaldo, sino incluso su responsabilidad en estos hechos.
En contraste con esta tendencia mayoritaria, el mundo está siendo testigo de cómo algunos gobiernos han decidido emitir opiniones no solicitadas en relación con la administración de justicia en Venezuela, permitiéndose la temeraria postura de cuestionar el procesamiento judicial y la consecuente privación de libertad de ciudadanos abiertamente incursos en la asonada en contra del orden constitucional.
Debería ser innecesario tener que recordar que los delitos cometidos por los protagonistas de estos hechos, con fines de promover el derrocamiento del gobierno constitucional, están contemplados en la totalidad de los ordenamientos jurídicos del planeta, incluyendo las de los países que pretenden realizar estos cuestionamientos.
Habría que preguntar a los gobiernos de aquellos países que, de forma arrogante, se permiten señalar a Venezuela y cuestionar su calidad democrática, si ante una intentona equivalente contra el orden constitucional, sus sistemas de justicia incurrirían en dejación de sus funciones y se abstendrían de encausar a los responsables de tales delitos.
Detrás de esta postura aparentemente necia, los gobiernos concernidos son perfectamente conscientes de que están prestando sus voces al nefasto coro que su mandante está dirigiendo para desencadenar situaciones de inestabilidad política interna que justifiquen la intervención extranjera que los factores guerreristas estadounidenses han venido anunciando sin ningún rubor.
El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela seguirá analizando detalladamente las actitudes hostiles de estos gobiernos y sabrá tomar decisiones que garanticen la protección del Estado y sus instituciones, en defensa de la República y de los derechos de su Pueblo, bajo el precepto indeclinable de su único mandante: la Constitución Bolivariana de 1999.
Nuevamente, el golpismo será derrotado por la Constitución, la institucionalidad democrática y el valor indomable del pueblo venezolano. En Venezuela triunfarán la paz y la democracia.
Caracas, 09 de mayo de 2019
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