A pesar de ser una de las ciudades más pobladas y contaminadas de China, Hong Kong, con casi ocho millones de habitantes, se sitúa en una región donde solo el 25 % del territorio está urbanizado, y un 40 % está destinado a parques y reservas naturales. “Si crees que toda la vida que rodea Hong Kong ha sido descubierta, entonces necesitas mirar un poco más de cerca”, dice Benoît Guénard, de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Hong Kong (HKU).
Guénard y su equipo han descubierto en esta región del sureste asiático 13 nuevas especies de hormigas (unas nuevas para la ciencia y otras nunca antes vistas en Hong Kong) que se agregan a las 174 registradas ya de manera oficial. Los hallazgos han sido publicados en dos artículos separados en las revistas Zookeys y Asian Myrmecology.
Para los investigadores, es probable que cientos o miles de especies estén aún esperando a ser descubiertas, muestra de la gran biodiversidad que la ciudad tiene aún que ofrecer. Los científicos hacen especial hincapié en las especies invasoras, cuyo descubrimiento permitirá proteger al resto de especies ante sus negativos impactos.
Pequeñas, peludas e invasoras
Las nuevas especies descubiertas pertenecen a diferentes géneros, y cada una tiene sus propias características. Tres de ellas (Strumigenys hirsuta –de aspecto peludo–, Strumigenys lantaui –que solo se ha hallado en una localidad de la isla de Lantau–, y Strumigenys nathistorisoc) son nuevas para la ciencia y solo han aparecido en Hong Kong.
Pertenecen al género Strumigenys, también conocidas como hormigas de la mandíbula en miniatura, y miden entre 2 y 4 mm de largo. Son grandes depredadoras de artrópodos que viven en la hojarasca del bosque. Sus potentes mandíbulas les permiten destrozar a su presa de un rápido movimiento. El caso de Strumigenys nathistorisoc es peculiar porque su nombre se dio en honor a la Sociedad de Historia Natural de Hong Kong, que financió la investigación a través del programa de nombre y hormiga, una iniciativa que permite apoyar la investigación científica sobre biodiversidad a cambio de tener una especie con su nombre.
“Todavía hay muchas especies por descubrir en Hong Kong y el apoyo y la participación de la comunidad en este esfuerzo es absolutamente fundamental”, señala Guénard a este respecto. Otras cinco especies de Strumigenys ya se habían descrito en otras regiones asiáticas, pero es la primera vez que se registran en Hong Kong. Una de ellas es Strumigenys formosa, que se conocía solo en Taiwán desde su hallazgo en 1988. Las otras especies registradas anteriormente se conocían en el sudeste asiático, Japón, Taiwán u otras provincias de China.
El resto de especies descubiertas no son nativas de Hong Kong. Una de ellas, Brachymyrmex patagonicus, que ya ha aparecido en Asia continental, es una plaga urbana conocida por su capacidad para hacer nidos en el interior de edificios, como hospitales, hoteles, escuelas y casas, y colonizar cocinas, oficinas y lavanderías, pero también áreas más delicadas como las unidades neonatales. También destaca la hormiga roja de fuego Solenopsis invicta, originaria de Sudamérica, que se ha convertido en una plaga.
T/Ecoticias